Históricamente, las lagunas de Junín acostumbraban a recibir a cientos de turistas que se acercaban desde diferentes puntos de la Provincia, lo que generaba un movimiento importante dentro de la ciudad. Pero, actualmente y pese a la recuperación de Mar Chiquita, la sequía extrema que viene afectando a Junín y la Región transformó a la Laguna de Gómez en un gran desierto.
Es preciso recordar que entre septiembre y octubre de 2023 se había registrado una pronunciada bajante, a tal punto que en algunos sectores de Gómez -como informó Democracia en su edición del 19 de octubre pasado- ya se podía cruzar caminando de costa a costa.
Luego, con las últimas lluvias registradas entre fines de octubre de 2023 y enero de este año, coincidentemente con la llegada de El Niño, la Laguna había recuperado parte del caudal de agua y se abría una esperanza en que recupere su caudal.
Pero, tras una segunda quincena de enero con calor y pocas precipitaciones registradas, el panorama volvió a ser desolador, agravando la ya complicada situación hídrica. Además, cabe destacar que durante el verano se produce mayor evaporación de agua debido a las altas temperaturas.
Otra de las lagunas golpeadas por la falta de lluvias es la laguna La Picasa, situada en el límite del sur de Santa Fe y el noroeste bonaerense. La misma es uno de los reservorios que alimenta río abajo a la cuenca del Salado, con destino a Junín. “A la Picasa no está entrando agua y por supuesto tampoco está saliendo” por ninguna de las dos variantes, dijo Juan Carlos Duhalde, del Comité de Cuenca de La Picasa. Cabe destacar que esa laguna desagota por la Alternativa Norte (por gravedad hacia Teodelina), y la Alternativa Sur (por bombeo y gravedad hacia General Villegas).
Por la zona norte, que es el cauce natural, “esa agua viene a través de las lagunas La Encadenada y El Chañar, por donde ingresa al nacimiento del arroyo del Salado hasta Mar Chiquita (Agustina), que está diseñado para 15 metros cúbicos”, informaron.
Por la otra banda, “naturalmente cuando hay exceso hídrico la superficie de Villegas envía agua para La Picasa, y luego Buenos Aires permite que ese caudal regrese a través del canal que va a La Salada (distritos de Ameghino – General Pinto) desde donde, por la cañada Las Horquetas, descarga en Junín”, confirmaron.
“La mayor sequía”
“Hoy está entrando un hilo de agua por Las Horquetas, prácticamente, y es lo que está alimentando, de a poco, a Mar Chiquita, que estuvo hasta el año pasado totalmente seca, como está Gómez hoy”, dijo el concejal Marcelo Balestrasse. Cabe destacar que Mar Chiquita es el principal reservorio que alimenta río abajo a la laguna de Gómez y El Carpincho.
“Las lagunas de Junín están sufriendo la mayor sequía de los últimos 60 o 70 años que se tenga memoria. Son dos años consecutivos y tres de La Niña, que es un periodo seco, y en este caso fue extremadamente seco, donde no se pasó la mitad de la media anual y han llovido por año 400-500 milímetros, teniendo en cuenta que llueve de 900 a 1100”, afirmó.
“Si sumás los tres últimos veranos tenés una faltante hídrica no más por la época estival de 1.200 metros cúbicos. Con lo cual realmente al sistema lo ha afectado, tal como se ve, una sequía de las más grandes que se recuerda. Del 47 al 51 hubo sequía, en el 63 hubo sequía, en el 85, 86 hubo sequía, en el 2009 hubo sequía, y ahora actualmente en los últimos dos años hay sequía, pero ninguna fue tan grave como la de ahora, porque siempre en Gómez se mantuvo el agua en el medio y ahora directamente no está”, indicó a este diario.
A su vez, Mar Chiquita, “cuando se levanta, cuando agarra el caudal necesario, vuelca sus aguas ya al canal hecho por el Plan Maestro del Salado, que llega hasta el Puente Morote, y es de allí de donde nace la Laguna de Gómez. Hoy está ese canal con agua, pero estancada, porque su profundidad es menor que el piso de las lagunas”, agregó Balestrasse a Democracia.
Tanto el Puente Morote como el Puente de Saforcada, de la Ruta 7, “están secos al igual que Gómez. Hay algo de agua a la altura de la isla, conocida como la Isla de Borchex, para el lado del Rincón del Carpincho (sur), y en la zona denominada Tres Aguas, donde se juntan tres lenguas de la laguna. Todo este sistema está con una depresión y con una faltante hídrica muy grande”. También, el concejal resaltó que “las napas están a flor de tierra, pero no tienen la suficiente fuerza e ímpetu para sobresalir y alimentar las lagunas. En el caso de Gómez, muchas veces es alimentada por napas, pero hoy no tienen la suficiente fuerza para salir a superficie. Están muy bajas”.
Por último, destacó que el canal entre Ruta 7 y El Carpincho tiene agua, y aclaró que “ahí hay muy poca diferencia de nivel, y es el agua que fundamentalmente largamos los vecinos de Junín hacia la calle, por los sumideros y los desagües pluviales que van hacia El Carpincho. Además de las lluvias que hubo, y como no está pasando la compuerta, el agua está retenida y hoy se está manteniendo el nivel”.
“Las lluvias no se vieron reflejadas”
Por su parte, Néstor Álvarez, subsecretario de Recursos Hídricos bonaerense, dijo a este diario que en la laguna Mar Chiquita el nivel de agua no llega a la compuerta para que descargue a Gómez. “Pedimos que vaya un equipo de Hidráulica para ver que el plan del Comité de Cuenca se esté manejando como corresponde, para poder retener el agua en caso de una lluvia importante y así recuperar la Laguna”, dijo a este diario.
Esta situación de sequía, “hay que ponerla en un contexto crítico con olas de calor y con el fenómeno El Niño que aún no ha sido muy beneficioso”, explicó Álvarez. Pero aclaró: “Estamos saliendo de La Niña y las lluvias no se han visto reflejadas en las lagunas. En Trenque Lauquen también están bajos los niveles, al igual que en Chascomús, donde hay mortandad de peces y se suspendió una competencia de kayak”.
“El panorama es complejo, a pesar de que mejoraron las lluvias. Los campos están mejores, pero los sistemas de lagunas no se recuperaron, arrastrando tres años de sequía”, señaló el subsecretario en exclusiva a Democracia. Y agregó que “no ha llovido lo suficiente” en la zona que alimenta la superficie de la cuenca del Salado, y que las lluvias de Córdoba fueron “más arriba”.
Por último, dijo que existían expectativas de que septiembre último iba a ser llovedor y que se había armado una mesa hídrica de emergencia, pero “la lluvia no fue lo suficiente y los pronósticos no se vienen cumpliendo”.
“Va a llevar un tiempo”
Al respecto, el jefe de la Agencia de Extensión Rural INTA Junín, Alejandro Signorelli, afirmó a este diario que “las lagunas más chicas se van a recuperar más fácil, como la San Bartolo de Vedia, y otras van a tardar más, principalmente la de Gómez que es más compleja”.
“Pero va a llevar un tiempo”, afirmó y continuó: “Como estamos en pleno verano y hay mucho viento, hace mucho calor y hay mucha evaporación”. “Muchas veces se da una lluvia importante, hay una recarga de la laguna, pero después estamos dos semanas sin llover y vuelven a retroceder. Creo que las lagunas de Junín van a tardar un tiempo en recomponerse”.
En cuanto al pronóstico, Signorelli informó que “durante este trimestre van a seguir sucediendo precipitaciones normales, en algunos sectores por encima de lo normal, por lo menos hasta marzo o abril, donde algunos pronósticos ya están diciendo que posiblemente se pueda entrar en una fase seca otra vez”.
Manejo de las compuertas
En una entrevista con este diario, el guía de pesca Gustavo Walter, de Pesca Guiada Junín, afirmó que se trata de una sequía “terrible” e “histórica” y, además, apuntó al manejo de las compuertas. “Lo que se manejó mal fueron en su momento las compuertas. Hemos abierto expediente para que se regule el tema del manejo de las mismas en la laguna Mar Chiquita, que estaban mal manejadas o no le dieron la importancia en su momento, cuando había agua”, afirmó.
Y explicó que Mar Chiquita (Agustina) es un reservorio, que “en su momento no retuvieron el agua. Se sabía que iba a venir la sequía y no se retuvo. Había tres compuertas abiertas y por protocolo sabemos que hay que dejar una para que circule el agua, pero no tres, y se fue muy rápido”. Además, recordó que “se hizo otro paso más de agua en el Puente de Lincoln, sobre Ruta 188. Antes se hacía como un tapón ahí, cuando había mucha agua, porque había dos puentes, y ahora hay tres. De esta manera el agua se escurre más rápido”.
También, se refirió a la caída del agua en la laguna de Gómez: “Es mucho más grande a la caída que había antes. También se sedimentó mucho lo que es esa laguna, digamos, y tiene menos profundidad”. “Hay muchos factores que llevaron a esta sequía, tal es así que ahora está creciendo pasto. Esperemos que el agua venga”, concluyó.
Pesca, en otras lagunas
Según dijo Walter, los guías de pesca tuvieron que salir en busca de otras lagunas, como a la de Cuero de Zorro en Trenque Lauquen, en busca del pejerrey.
“Esperemos que el agua venga. El pejerrey va a tardar en recuperarse porque primero tiene que venir el agua, después la siembra”, afirmó y continuó: “Ya estuvimos hablando para armar como una comisión para recuperar la Laguna de Gómez el día que venga el agua, para sembrar y demás”. “Estamos trabajando en otros lugares, como en Villa Cañás y La Picasa, donde hay mucho movimiento de gente y pescadores. Es terrible: donde hay pejerrey la gente va”, confirmó.
Ahora, “estamos en Cuero de Zorro porque ya no hay pique en la laguna de La Picasa, ya que al bajar el agua también se puso muy verde y tampoco hubo pesca este año que pasó. Nos queda muy lejos, son 300 kilómetros para ir a trabajar”, subrayó Walter.
“Hace tiempo que venimos mal, ya que nos agarró la pandemia, después la sequía, y es toda una lucha. Hay muchos guías que se fueron a Trenque Lauquen y otros a Cochicó. Se han desparramado los guías por todos lados, buscando lagunas. Está difícil la situación. Y este año se le suma el valor de la nafta”, concluyó.
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