El martes, a las 19 y por la señal de streaming Fana Digital se estrenó "EN VIVO: DiarioNucleo.com", un ciclo audiovisual que promueve entrevistas descontracturadas e intimistas con personalidades locales con el estilo y el rigor periodístico que caracterizan a DiarioNucleo.com.
En la primera edición estuvo como invitado Carlos Miguelena, presidente del Centro de Ex Combatientes de Malvinas de Pergamino, una persona muy querida y respetada en la comunidad que supo, junto con el resto de los veteranos que lo integran, darle al Centro un perfil muy presente en la sociedad local, que participa en todo tipo de eventos y cuyos miembros concurren a los colegios a relatar sus experiencias, forman parte en fiestas patrias, colaboran en actividades solidarias y al mismo tiempo mantienen, a 42 años de los hechos, vigentes y actualizados los reclamos y reivindicaciones de la gesta de 1982.
Carlos es además miembro prominente de la comunidad vasca de Pergamino a través del reconocido Centro Basko Lagun Onak, punto de referencia para todos los descendientes de inmigrantes del Euskadi, donde realizan gran cantidad de tareas y mantienen vivas las tradiciones de la comunidad.
Durante la entrevista en el programa EN VIVO: DiarioNucleo.com, carlos habló sobre Malvinas, las actividades del Centro de Excombatientes y también de los eventos que organiza la comunidad vasca local.
Las instituciones de la ciudad van cerrando 2024 ¿cuál sería tu balance para este ciclo en el Centro de Ex Combatientes de Malvinas?
Ha sido de mucho crecimiento y de reafianzar lo que es el Centro para la ciudad. Año a año se ha venido consolidando el trabajo que venimos haciendo y hoy, después de muchos años de oscuridad, la gente, la sociedad en general, nos está valorando cada día más, y la verdad que estamos teniendo una relación muy intensa, muy interesante con la gente cuando participamos en actividades como La Noche de los Museos o actos en general.
También hay una muy buena llegada con el tema del trabajo que hacemos en las escuelas de todo el partido, no solamente de la ciudad cabecera sino que vamos también a los colegios que nos inviten, hemos estado en todos los pueblos de campaña y la verdad que el trabajo que se hace con los chicos y los docentes tiene muy buenos resultados. Es allí donde queremos llegar, a esos chicos que no vivieron aquella época, pero que hoy pueden tener a través de nuestras voces la verdad de lo que ocurrió en la guerra.
Hace 20 o 25 años, en los actos del 2 de abril estaban sólo ustedes y sus familiares; hoy se convirtieron en masivos ¿tiene eso que ver con lo que comentabas recién?
Quienes hayan estado en los primeros actos del 2 de abril, nos veían a nosotros y a algún vecino más que realmente lo hacía de corazón, de ir, de acercarse y de acompañarnos. Con el tiempo, muy de de a poco, la gente por ahí logró entender cómo había sido realmente todo lo ocurrido en la guerra, que realmente nosotros no habíamos sido parte de ese gobierno militar de facto y que éramos simplemente civiles que vivíamos en esta ciudad y cada uno dedicados a nuestra actividad, la mayoría en esa época éramos estudiantes que, por circunstancias especiales como fue el hecho de tener que hacer el Servicio Militar Obligatorio, quedamos enredados en una guerra, esa fue la realidad.
¿Qué día llegaste a las Islas?
Zarpamos de la base naval Puerto Belgrano el 28 de marzo, a bordo del portaaviones ARA 25 de Mayo, cuando nadie sabía que algo estaba por ocurrir en Malvinas. Conformábamos un pequeño grupo de buques de guerra en el que iban embarcados mil hombres. Al principio desconocíamos eso pero después nos enteramos que eran mil hombres que nos acompañaban y que eran los que iban a hacer el desembarco.
Cuando zarpamos no sabíamos a dónde íbamos ni por qué, lo único de lo que teníamos conocimiento es que los buques se habían llenado de provisiones de todo tipo y lo que más nos llamó la atención, balas, municiones y balas para cañones.
El 31, a los tres días de haber zarpado, obviamente muy cerca ya de Malvinas, nos informan que luego de casi 150 años de usurpación inglesa y de no haber podido el gobierno por medios pacíficos recuperar las islas, lo iba a hacer a través de un desembarco y por la fuerza. Así fue como nos enteramos, así que el 2 de abril estuvimos muy cerca.
Nuestro buque era escolta y de defensa aérea y nuestros helicópteros después colaboraron mucho en lo que fue el desembarco de todos los pertrechos y demás cuando ya se tomó la casa del gobernador en la mañana del 2 de abril y cae el primer muerto en combate que fue el capitán Giachino.
¿Te habías embarcado como conscripto?
Claro, había estado estudiando hasta el año anterior en el colegio Comercial y en el sorteo que se hacía para ingresar al Servicio me tocó el número 997, así que en el sorteo no fui muy favorecido. Lo único que sabía era que me iba a tocar la Armada porque del 800 al 1000 sabía que la fuerza asignada era esa, y era la más complicada porque tenías que estar más tiempo haciendo la conscripción.
¿Eran dos años?
Era de dos años hasta muy poco tiempo antes de que ingresáramos, pero en el caso nuestro eran 14 meses sí o sí, diferente a lo que ocurría en la Fuerza Aérea o el Ejército donde por ejemplo había algunos compañeros que por buena conducta o algún otro beneficio a los 8 ó 9 meses ya estaban saliendo. A nosotros, en cambio, nos tocaba 14 meses sí o sí, entramos el 2 de junio de 1981 y salimos el 2 de agosto del 1982.
¿O sea que volviste de Malvinas y te tuviste que quedar haciendo el servicio?
A todos nos pasó lo mismo; porque ese fue un momento en el que el gobierno militar hizo un poco de instrucción, una instrucción que no estaba dentro de los planes. Consistía en decirnos que de eso no había que hablar porque se había perdido, que era una cuestión que había que olvidar y por las dudas siempre me acuerdo, porque fueron palabras que me quedaron dando vueltas en la cabeza, de que siempre tuviéramos en cuenta que seguíamos bajo el régimen militar. Es decir de Justicia militar.Una amenaza clara.
¿Cómo viviste el momento del hundimiento del ARA General Belgrano?
Todo lo que es la parte de la Armada, después del hundimiento del crucero ARA General Belgrano, ocurrido el 2 de mayo, cambió. Fue un momento bisagra en lo que fue la guerra de Malvinas porque en realidad ahí el gobierno militar se dio cuenta de que Inglaterra venía realmente a hacer una guerra, a sacarnos de las islas y esa fue la tragedia para nosotros. Fundamentalmente porque eran compañeros nuestros que estaban en el mismo puerto Belgrano, eran de la misma fuerza con Eduardo Tomás Silva que fue uno de los caídos pergamineses, habíamos sido incorporados en la base naval Puerto Belgrano: él había sido destinado al crucero ARA General Belgrano con 3 compañeros más y a nosotros nos tocaron otros lugares, pero en definitiva íbamos y veníamos. Esos 2 o 3 primeros meses, estuvimos juntos y realmente fue un impacto muy grande; además se trataba de uno de los buques más emblemáticos de la Armada Argentina y su hundimiento produjo 323 caídos.
Ese buque había sobrevivido a Pearl Harbor.
Claro: Para quienes no lo saben, tanto el crucero Belgrano como el portaaviones ARA 25 de Mayo fueron construidos para la Segunda Guerra Mundial y el Belgrano estuvo amarrado en Pearl Harbor, donde se produce el ataque japonés sobre territorio estadounidense, y salió indemne, tuvo algunos inconvenientes pero menores, y zafó. Después vino a parar acá y fue hundido por (el submarino nuclear británico HMS) Conqueror, que estaba por el sur de las islas, el submarino detecta el crucero y piden autorización para atacarlo, porque el único buque que en ese momento estaba en condiciones de hundir sin pedir autorización era el ARA 25 de Mayo; así que pidieron la autorización y desde Inglaterra, a pesar de que los militares a veces decían que era una locura atacarlo en un lugar donde el crucero estaba saliendo de la zona de exclusión, e iba hacia el otro lado de la flota inglesa, que lo hundieran iba a ser algo mal tomado por todo el mundo. A pesar de eso (la primera ministra Margaret) Thatcher lo que necesitaba era seguir gobernando, porque venían elecciones próximamente, igual que (el general Leopoldo Fortunato) Galtieri y el que ganaba iba a seguir, así que dio la orden.
¿Volverías a las islas?
La cuestión de volver, en la comunidad de excombatientes, está muy dividida: Están los que piensan que jamás van a volver a las islas dado que bueno, para poder ingresar hoy un veterano, como cualquier otro argentino, tiene que ir con un pasaporte para ingresar en otro país, siendo que se trata de suelo argentino. El hecho de permitir el sellado del pasaporte por otro país significa consentir que se está en otro país.
Entiendo eso perfectamente pero yo pienso básicamente en los que quedaron allá y me parece que para mí sería gratificante poder estar en ese lugar y rendir el último tributo a los 649 caídos, a Eduardo Tomás Silva muerto en el Belgrano y a Aldo Osmar Patrone que fue el otro pergaminense que cayó abatido en la noche del 13 de junio a escasas horas de terminar la guerra, en la batalla de Tumbledown.
Patrone era un infante del batallón de infantería de marina número 5 y desde que llegó a Malvinas el 8 de abril, se instalaron en la zona de Tumbledown y allí es donde resistieron los últimos combates de la última semana, que fueron terribles. Aldo cae abatido esa noche, esa última noche, la última noche de combates.
Uno de los logros más importantes del Centro es el monumento, que por un lado homenajea a los veteranos y por el otro a los pergaminenses caídos.
Es muy importante que en la comunidad y en el resto del país, tenga en todos los lugares ese tipo de monumentos que significan el recuerdo y homenaje permanente a todos aquellos que primero cayeron en la guerra como héroes en su vida por la patria, y bueno, después también rindiendo un poco de homenaje a aquellos que pudimos volver, que tuvimos la suerte de poder volver y de estar hoy tratando de transmitir todo eso que ocurrió para que las nuevas generaciones puedan seguir con el legado nuestro.
Comunidad vasca
Desde hace tiempo participas de forma muy activa en las actividades de la colectividad vasca local.
Así es , se trata de una colectividad muy arraigada en Argentina y hay estudios preliminares que hablan de que hay en el país alrededor de 3 millones de personas con apellidos argentinos pero que tienen ascendencia vasca. En Euskadi la cantidad de habitantes son 3 millones, 2.900.000 más o menos. O sea que hay tantos vascos aquí en Argentina, descendientes de vasco, como en propio país vasco.
Hace muy poquito se llevó a cabo la semana nacional vasca en Bahía Blanca, que cada año se hace en un lugar diferente: vino la gente del Gobierno de Euskadi también porque es un evento muy importante, en las calles se juntan 400, 500, 600 danzaris; se hace tamborrada, se aglutinan todos los centros vascos del país, que son casi 80 y están federados a través de FEBA, donde también tengo un lugar en el consejo directivo, estoy como vicepresidente segundo; trabajamos muy fuerte para lo que es el idioma vasco, enseñamos la euskera, la tamborrada, la danza, para adultos, chicos y medianos, todo el mundo tiene un lugar en el espacio, la gastronomía que es muy apreciada por toda la gente, el mus también que lo hacemos como un entretenimiento y como una manera de difundir también, un juego de cartas que es típicamente vasco, que tiene más de 300 años de antigüedad y que se juega en todo el mundo. En fin, tratando de estar en eventos, digamos, dentro del centro, pero también en todo lo que pueda ser en las calles de la ciudad y también en ciudades cercanas o lejanas.
Compartir