Suicidio juvenil: cada vez es más necesario su abordaje
Los casos no paran de aumentar y las estadísticas son implacables. Distintas voces del ámbito de la salud y de la educación piden acciones concretas en materia de prevención y acompañamiento.
El aumento de los casos de suicidio juvenil encendió todas las alarmas a nivel nacional, provincial y municipal. El número de hechos ha crecido durante los últimos años y son cada vez más las voces que reclaman políticas activas de atención y prevención para este tipo de comportamientos.
Las estadísticas del caso son más que elocuentes. En el año 2019 UNICEF Argentina realizó un estudio titulado "Suicidio en la adolescencia, Situación en la Argentina". En el informe se aseguró que los casos de suicidio en la adolescencia se triplicaron en los últimos 30 años. La cifra ascendió a 12,7 cada 100.000 adolescentes entre los 15 y los 19 años, y pasó a constituir la segunda causa de muerte en la franja de 10 a 19 años.
Uno de los factores que explicaba aquella realidad del año 2019 era "la ausencia de personas significativas o instituciones que puedan contener, sostener, proteger y acompañar a los chicos y las chicas en su desarrollo psicosocial". Lo que generaba "dificultades para cumplir con los estándares sociales aceptados al momento de atravesar la transición de la juventud a la adultez".
Dos años después de aquel informe realizado por UNICEF Argentina las cosas no mejoraron, sino que empeoraron. Según estadísiticas del Ministerio de Salud, en Argentina durante el año 2021 el suicidio fue la primera causa de muerte por causas externas entre los jóvenes de 15 a 24 años de edad, superando incluso a los decesos por accidentes de tráfico vehiculares.
Ley Nacional de Prevención del Suicidio
Esta situación llevó a que en el año 2021 se promueva la Ley Nacional de Prevención del Suicidio, cuyos principales promotores fueron Ernesto Páez y Martín Álvarez. En su Artículo Nº 7, la ley prevé una serie de disposiciones para su prevención como el desarrollo de programas de capacitación destinados a los responsables en los ámbitos educativo, laboral, recreativo y en contextos de encierro, promoviendo el desarrollo de habilidades en los equipos institucionales; campañas de concientización sobre factores de riesgo y generación de factores de protección a través de los medios masivos de comunicación y otros alternativos; y la creación de una una línea telefónica gratuita de escucha a situaciones críticas con operadores debidamente capacitados para atender las consultas.
En diálogo con diarionucleo.com, el psicólogo Paéz, uno de los promotores de la ley, sostuvo: "El comportamiento suicida en la adolescencia es una situación que viene a cerrar un proceso de insatisfacción acerca de cómo se le presenta la vida. Esto quiere decir la dificultad para poder resolver sus emociones y sus conflictos inter e intrapersonales. En las crisis emocionales los pensamientos negativos juegan un papel fundamental y se presentan características como la baja autoestima y la desesperanza. Y esto, sumado al aislamiento social y la soledad, hacen un impacto muy fuerte".
Y agregó: "La pandemia provocó una mella muy grande en la estructura psíquica de la juventud y de la población en general. Pensá que en la vida de los adolescentes uno de los factores más importantes es la sociabilización, y a pesar de que se abrió paso la virtualidad durante ese período, los jóvenes igualmente necesitan del contacto social y del acompañamiento de sus pares. Igualmente quiero decir que previo a la pandemia, más precisamente desde el 2010, ya teníamos el rango etario de 15 a 24 años como el más complejo".
- Ernesto Páez en una conferencia llevada a cabo en Pergamino
En cuanto al rol de los municipios para contener a los jóvenes, el psicólogo expresó: "Vamos a centrarnos en Pergamino. Como primer punto es muy importante la adhesión municipal a este proyecto. Hay que generar espacios de atención y programas destinados al acompañamiento de la persona con comportamiento suicida. La adhesión municipal también ayudaría a la creación de un espacio de atención telefónica y virtual a la persona que se encuentra en crisis, lo cual es muy necesario. Se debería abordar la problemática desde una mirada interdisciplinaria e intersectorial con espacios de capacitación y de fortalecimiento de las propias prácticas para lograr mayor impacto en las intervenciones familiares, educativas y de la comunidad en general. Un respaldo municipal sería clave para que los profesionales tengan un marco de conocimiento".
La importancia del rol de los adultos
María Cecilia Francini es médica especialista en Psiquiatría Infantojuvenil e hizo hincapié en la necesidad de abordar los temas que a los chicos de hoy les generan preocupación. "Son necesarios espacios donde las y los adolescentes puedan dialogar, debatir y expresar sus inquietudes; aquello que les afecta y no pueden resolver, en presencia de referentes que estén dispuestos a contener, escuchar y guiar".
La Dra. Fancini sostuvo en diálogo con diarionucelo.com que los jóvenes se sienten "desmotivados". "Hoy en día los chicos están como aburridos y padecen de falta de referentes. Muchas veces les pregunto "¿Qué te gustaría hacer?" y me responde "Nada". Existe como una falta de motivación y de ganas de poder concretar algo. Y es ahí en donde tiene que aparecer la figura del adulto para acompañarlos, ayudarlos a pensar y ofrecerles espacios de escucha consciente".
Y agregó: "También es importante la presencia de los adultos a cargo de los chicos y las chicas en la supervisión de qué tipo de contenido observan en las redes sociales y a quiénes siguen. No podemos ponernos en contra de las redes porque es algo muy propio de la generación de hoy, pero es fundamental el papel de los adultos en esta cuestión. La familia es un pilar fundamental de contención para los chicos".
Preocupación en el ámbito educativo
Las instituciones educativas de la provincia de Buenos Aires tienen equipos de orientaciones que están conformados por psicólogos y psicopedagogos que son los encargados de atender la problemática de salud mental de los jóvenes y de encontrar una vía de solución.
Guillermo Murray es consejero escolar y en diálogo con diarionucleo.com mostró su preocupación en cuanto a esta problemática. "Desde el Consejo Escolar de Pergamino advertimos que después de la pandemia muchos jóvenes se encuentran vulnerables y manifiestan síntomas que el sistema no alcanza a captar".
En este último tiempo, desde el Consejo Escolar han tenido reuniones con las autoridades locales para que se comience a trabajar en la salud mental de los alumnos. "Es fundamental que el Estado aborde el tema porque hemos notado un incremento exacerbado de casos de suicidios en chicos que se encuentran en grado de vulnerabilidad y riesgo. Tiene que haber un trabajo articulado entre la familia, la escuela y el Estado para poder enfrentar este problema", expresó Murray.
Trabajos de prevención en La Región
En la ciudades de Pergamino, Rojas y Colón existe el proyecto Interventores Comunitarios para el Trastorno del Comportamiento Suicida en el marco de la Ley Nº 27,130 "Entrenadores de Vida" que fue presentado por la Fundación Manos Unidas por la Paz y el Programa de Prevención, Atención y Posvención del Suicido.
Dicho proyecto, que aún no está aprobado por falta de financiación, tiene como objetivo "plasmar la propuesta de formación de recurso humano provincial como interventores comunitarios para el trastorno del comportamiento suicida" y toma como justificación de su implementación las contundentes estadísticas de suicio juvenil a nivel nacional y provincial.
El proyecto prevé la capacitación y formación del capital humano desde la perspectiva corresponsable, fijando 6 encuentros de 12 horas de duración. Y también el acompañamiento y supervisión para la autonomía de los modos de intervención, de un año de duración con encuentros presenciales bimestrales.