La política bonaerense comienza, de a poco y de modo provisional, a arrojar las primeras pinceladas de las definiciones electorales. Todavía resta bastante porque el cierre de listas opera el 24 de junio, pero por estas horas empezaron a registrarse algunos movimientos con cierta dosis de consistencia que parecen querer dibujar los trazos gruesos del escenario que se montará para la pelea por la Provincia.
Marzo es habitualmente el mes en el que comienzan a despejarse algunas de las incógnitas. Ciertos zigzagueos suponen un adelantamiento de los tiempos.
En el oficialismo, la acelerada kirchnerista para instalar como nombre propio para la Presidencia a Eduardo “Wado” De Pedro supone casi de manera directa la consolidación del proyecto reeleccionista de Axel Kicillof. Ese dato es central porque la aparición del ministro del Interior como aspirante a la Casa Rosada de alguna forma desinfla la embestida de sectores ultra K por empujar a esa pelea al Gobernador bonaerense.
Kicillof se asoma a un escenario mucho más despejado al menos desde el punto de vista de la interna oficial. Esa era, además, la sensación que se respiraba en la Gobernación tras la difusión de los primeros movimientos de campaña de Wado.
La salida a la cancha del ministro del Interior blanquea, por si hacía falta, otra cuestión: la decisión del kirchnerismo de poner un nombre no sólo para ocupar el amplio lugar vacío que dejó Cristina Kirchner tras el anuncio de su decisión de no ser candidata, sino también para salir al cruce de las aspiraciones reeleccionistas de Alberto Fernández.
Esa gragea exhibe sin vueltas el enfrentamiento entre el kirchnerismo y Fernández. Acaso el acto que La Cámpora y los movimientos afines Cristina están programando para el 24 de marzo aporte algo más. Se habla de un operativo clamor para “romper la proscripción” de la vicepresidenta. Quizás alumbre alguna otra señal respecto del proyecto que encabezaría el mercedino De Pedro. Pero en el fondo, distintos sectores empujan la posibilidad de que la titular del Senado revea su decisión. Ya no para ser candidata a presidenta sino para, de alguna forma, liderar la disputa en la Provincia como candidata a senadora nacional. “Es la dirigente que más intención de voto tiene. Nos encantaría que fuera candidata”, señalan en diversos despachos oficiales. El clamor, a full.
La oposición
La oposición de Juntos por el Cambio también empieza a alumbrar certezas. Si bien se caía de maduro, Diego Santilli blanqueará esta semana su candidatura a gobernador. Se trata de una decisión que se venía meditando desde hace algunas semanas y que ahora decidió acelerarse frente a la necesidad de mostrar al diputado nacional como el dirigente mejor posicionado para la pelea contra Kicillof. Esta confirmación forma parte del andamiaje electoral que piensa Horacio Rodríguez Larreta en la carrera interna que libra frente a Patricia Bullrich. Larreta aparece hoy con un apoyo territorial más extendido que el de la jefa del PRO en la Provincia. Santilli busca ser la síntesis de ese desarrollo.
Acaso aquella debilidad sea una fortaleza para Bullrich en las negociaciones que se intensificarán en las próximas semanas. Larreta ya tiene a su candidato definido para la Provincia. La ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri, en cambio, tiene aún esa carta por jugar en busca de sumar volumen a su armado.
Los aspirantes de su entorno (Javier Iguacel, Néstor Grindetti y Joaquín De la Torre) emergen como piezas sacrificables en el esquema que ronda la cabeza de algunos de los dirigentes que hablan seguido con Bullrich. La búsqueda por tener puentes con el radicalismo no se detiene, aun cuando la mayoría del partido, desde lo discursivo e ideológico, puede sentirse más cerca de Larreta puesto a elegir entre los dos representantes del PRO.
Existen diálogos reservados, más allá del encuentro personal que la propia Bullrich mantuvo con el presidente del Comité Provincia de la UCR, Maximiliano Abad. La idea de sumar radicales a las fórmulas nacional y bonaerense forma parte del plan presidencial de la jefa del PRO. En eso trabajan sus principales espadas.
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