La enfermera Brenda Agüero fue condenada a prisión perpetua por provocar la muerte de cinco bebés en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo de la ciudad de Córdoba.
A Agüero se la acusó también de ocho tentativas de homicidio en el mismo hospital. Según la investigación, entre marzo y junio de 2022 habría inyectado potasio e insulina a recién nacidos sanos, provocándoles descompensaciones y, en algunos casos, la muerte.
La joven de 29 años recibió la máxima pena luego de que el jurado popular votara por amplia mayoría. En consonancia, los jueces determinaron que actuó con un método insidioso. También se juzgó a varios funcionarios del hospital por encubrimiento y omisión de deberes, aunque algunos fueron absueltos.
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