Tres hombres fueron detenidos en las últimas horas sospechados de haber participado en el crimen del inspector César Carmona, en las puertas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) el jueves por la tarde en la ciudad de Rosario.
De acuerdo a las primeras informaciones aportadas por el Ministerio Público de la Acusación (MPA), Agustín A. (22 años) fue arrestado en una vivienda de Piamonte y Ovidio Lagos, en el extremo sur rosarino. Apodado Calamar, el joven sería quien realizó los disparos contra el inspector el jueves pasado en la puerta de la Agencia de Investigación Criminal, de Lamadrid al 500.
Los otros dos sujetos son Alan A. (22), detenido en Camilo Aldao al 3800; y Fernando C. (22), aprehendido en José Ingenieros al 8000.
Carmona fue atacado el jueves alrededor de las 15 cuando llegó en su automóvil a la sede de la dependencia policial, ubicada en Lamadrid al 500, por personas que transitaban en un Citroen C3 color rojo que luego abandonaron a pocas cuadras. De acuerdo con los primeros pasos de la investigación, los agresores cruzaron su auto delante del vehículo del policía, bajaron y le dispararon 13 veces. Las pericias determinaron que ocho municiones dieron en el cuerpo del inspector: dos en el pecho y seis en las piernas.
Los allanamientos fueron ordenados por el fiscal Alejandro Ferlazzo y realizados por las divisiones de Homicidios, Operativa y de Inteligencia de la AIC. El foco de los operativos eran tres hombres de entre 20 y 25 años con recorrido en otras investigaciones judiciales.
El joven apodado "Calamar" se encontraba prófugo en condición de sospechoso de ser el asesino de Mauricio Cordara, chofer del dirigente de Uatre Pablo Ansaloni, en una investigación de la fiscal de Colón Magdalena Brandt . Por este hecho, hasta el momento hay seis rosarinos imputados por sus diferentes participaciones: Blas “Negro” Sosa, Fernando Burgos, el preso de Piñero Angel Ochoa, Ramón “Monchi” Vallejos —padre de Lichy Romero— e Iván Alonso y Julián Gómez, presentado como quien contrató a Calamar.
Cordara fue abatido en noviembre del 2022 cuando descendía del vehículo en el que transportaba a los hijos del dirigente gremial Pablo Ansaloni a plena luz del día, en calle 20 entre 43 y 44 de la localidad de Colón.
Las detenciones se realizaron en el marco de 17 allanamientos que tuvieron lugar entre el sábado y el domingo en procedimientos realizados en Vía Honda, Puente Gallego y en la zona noroeste de Rosario.
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