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Femicidio en Pergamino: pasaron 1650 días para vivir nuevamente el horror
LA HISTORIA SE REPITE

Femicidio en Pergamino: pasaron 1650 días para vivir nuevamente el horror

El crimen de María Alejandra Ayi conmovió al país y trajo viejos y dolorosos recuerdo de otro doble asesinato ocurrido en 2019, en donde un cocinero mató al novio y a la suegra de su expareja.

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Los pergaminenses y el país entero no logra salir de la conmoción del femicidio ocurrido en la ciudad esta semana donde María Alejandra Ayi perdió su vida de manera violenta tras ser asesinada por su pareja.

Este hecho reavivó recuerdos de otro femicidio ocurrido en 2019, en donde un cocinero mató al novio y a la madre de su ex pareja. Pasaron más de 1650 días y la historia volvió a repetirse.

Dos femicidios con características que se repiten

Los hechos tienen puntos en común, lo que hace cuestionar qué es lo que se está haciendo en materia preventiva sobre el tema. Es verdad que son episodios muy difíciles de anticipar, aunque muchos sí pueden alertarse de antemano con diversas herramientas que tiene el Estado a disposición.

Yendo de adelante hacia atrás, primero es necesario explicar el femicidio ocurrido esta semana en Pergamino, donde la mujer de 47 años, que permanecía internada por haber sufrido quemaduras muy graves en todo su cuerpo luego del incendio de su vivienda de calle Montevideo a 1100, terminó falleciendo 24 horas después del hecho.

El fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 4, Nelson Mastorchio, dispuso la detención del padre de familia debido a que la investigación lo señala como el culpable de iniciar el incendio luego de una discusión con la víctima.

Mastorchio le confirmó a diarionucleo.com que con la lamentable muerte de Ayi la carátula cambiará a “homicidio agravado por el vínculo” y “femicidio”, delitos que implican una condena a cadena perpetua.

Las quemaduras alcanzaron el 95% del cuerpo de Ayi al ser presuntamente rociada con combustible y prendida fuego por su marido en su casa de Pergamino. El acusado está detenido y se le atribuye también haber quemado a su hijo de 15 años, que permanece internado en gravísimo estado. En cuanto al esposo de María y padre de Marcos, este también sufrió quemaduras, aunque más leves. La mujer murió anoche en el hospital local, tras permanecer cerca de 24 horas internada.

El doble crimen del cocinero

En 2021 un cocinero de Pergamino fue condenado a prisión perpetua por el "doble femicidio vinculado" del novio y de la suegra de su expareja, a quienes asesinó a puñaladas en 2019, luego de haber sido denunciado en 21 oportunidades por distintos episodios de violencia de género.

La pena máxima recayó sobre José Rojas (43) por el delito de "homicidio agravado con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación".

Fuentes judiciales informaron que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Pergamino coincidió con el pedido del fiscal Mastorchio que dio por probado que Rojas fue el autor de los crímenes de Pablo Caputa (37) y de su madre María Elisa Rafaelle (64).

Mastorchio sostuvo en su alegato que el doble crimen ocurrió antes del mediodía del 27 de marzo de 2019 en una casa ubicada en Maipú y Conscripto Silva de Pergamino. En esa ocasión, Rafaelle y Caputa, quien mantenía una relación con Ortíz, expareja del imputado, estaban adentro de la vivienda.

En ese momento, un hombre ingresó al inmueble por la fuerza y sin mediar palabra los apuñaló con un arma blanca, tras lo cual ambos murieron en el lugar a raíz de las lesiones sufridas.

Según las fuentes, efectivos de la comisaría local arribaron a los pocos minutos tras un llamado al 911 y constataron que se trataba de un doble crimen que comenzó a ser investigado por el exfiscal Guillermo Villalba que estaba a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial Pergamino.

El cuerpo de Caputa fue encontrado en el garaje, al lado del auto, y el de su madre yacía a pocos metros en medio del comedor del inmueble. Luego de recabar datos con algunos testigos, el personal policial aprehendió como sospechoso a Rojas, quien tenía lesiones en sus manos.

Los investigadores sospecharon que esas heridas fueron provocadas cuando las víctimas intentaron defenderse del ataque. El fiscal Mastorchio valoró como una prueba contundente que Rojas cometió el ataque se llevó un par de zapatillas de la vivienda que cuatro días antes habían comprado y que luego apareció en la casa de la jefa donde trabajaba él.

Esa mujer, al enterarse que su empleado había sido detenido como sospechoso, entregó a la Policía el calzado, el cual la única manera de haberlo obtenido era el de haber ingresado a la escena del crimen. Además, la fiscalía aseguró en su alegato que Rojas también se llevó el celular de Caputa que nunca apareció y con el que después comenzó a enviar mensajes para hacerse pasar por la víctima fatal.

Horas después de haber cometido el doble crimen, el imputado también escribió desde un perfil falso de Facebook y con una foto de su expareja lo siguiente: "Esta chica llamada María Soledad Ortiz anda diciendo que sale conmigo. Tengan mucho cuidado muchachos. Es una mala persona, mala madre, le gusta salir con cualquiera. Al marido lo hizo echar de la casa y le niega ver sus hijos siendo el un buen padre, trabajador y que nunca le hizo faltar nada".

La principal hipótesis siempre fue que el ataque sucedió en el marco de violencia de género ya que la exesposa lo había denunciado en reiteradas oportunidades. "En total fueron 21 denuncias, todas por amenazas y maltrato psicológico más que nada", precisó María Soledad.

Inclusive, un mes antes de la captura también lo había denunciado por "amenazas" y había obtenido una orden de restricción de acercamiento, pero, en ese caso, iba a llegar a una audiencia de mediación que nunca se concretó.

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