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Llegó la hora de gobernar para Kicillof
OPINIÓN

Llegó la hora de gobernar para Kicillof

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Ante todo, no está de más recordarle al gobernador reelecto, algunos guarismos. Nuestra provincia concentra el 39% de la población del país, al 38,5% de los beneficiarios de la asignación universal por hijo, el 37% de los beneficiarios de las Tarjetas Alimentar, el 35% de los hogares tienen necesidades básicas insatisfechas, el 56% de la población urbana es pobre y el 62% indigente. 

No hay dudas de que la provincia de Buenos Aires arrastra problemas estructurales desde hace muchos años, y que no es responsabilidad de 1 sola gestión, pero, es difícil explicarse la profundización de estos guarismos cuando se nadó en la abundancia discrecional durante los últimos 4 años. La mitad de los fondos que repartió, hasta el tercer trimestre de este año el gobierno nacional, por sólo hablar del corriente año, fueron para nuestra provincia.

“Papá gobierno nacional” le dio todo y más al gobierno de Axel Kicillof.

Ante tal nivel de asistencia, este gobernador, no tuvo necesidad de trabajar por, al menos, atenuar el impacto de semejante decadencia sostenida. Mucho menos, por reducir el déficit fiscal, por continuar el reclamo de un justo reparto de los fondos coparticipables (el 37,3% del total de los recursos que recauda la nación, los aportamos los bonaerenses, sin embargo, apenas nos toca recibir el 21,2%), tampoco, por reducir el nivel de gasto público improductivo, por revisar y replantear una estructura gubernamental cada vez más elefantiásica.

Por el contrario, la respuesta fue, más asistencialismo, sostenimiento de subsidios que generaron y generan un retraso tarifario escandaloso y que algún día se deberá sincerar, festival de cargos, y tanto más… 

Políticas públicas, las grandes ausentes.

Estuvimos ante un magro gobierno, que en sus primeros 4 años decidió todo de manera inconsulta, por decreto, acentuando la transformación progresiva del poder legislativo en una mera escribanía, y que, amparado en emergencias que no siempre fueron tales, (creación impuestos regresivos, gastando sin explicar qué…), generaron una impunidad de gestión de grandes proporciones. Así fue más fácil. 

En definitiva, si se hiciera todo lo contrario a lo anteriormente referido, la provincia "podría ser viable". No es cierto que no queda nada por hacer, que no hay forma de recuperarla. 
Creatividad, esfuerzo, trabajo, lucha en defensa de todos los bonaerenses. Este gobierno provincial se ha quedado huérfano, y deberá ponerse los largos a la fuerza. Se terminó la función, los payasos ya no están.

“Si cortan los ATN, las transferencias discrecionales y las grandes obras de infraestructura, la provincia va a estar muy complicada”, se le escuchó decir por estos días al gobernador.

¡Y si, a gobernar se ha dicho!

¡A recalcular!, a hacer viable lo inviable.

Malena Baro: Contadora.

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