Ajeno a las señales de respaldo que llegan desde los Estados Unidos, el mercado cambiario argentino continuó ayer mostrando alta tensión, con niveles récords para la cotización del dólar en algunas de sus variantes a lo largo de la semana. Aunque ayer la jornada fue relativamente calma.
Sin intervención del Banco Central, el dólar oficial mayorista cerró ayer miércoles a $1.488,42, equivalente a una caída del $1,89 (-0,13%).
Se ubica así apenas a $3 de distancia del techo de la banda de flotación, que actualmente está en $1491,56.
El dólar oficial minorista también se mantuvo estable a $1.515 en el Banco Nación. Pero si se le suma el 30% a cuenta de Ganancias por viajes o compras en el exterior, el dólar tarjeta ya cotiza a $1.969.
Pero la semana se viene caracterizando por la presión cambiaria es adjudicada por expertos a la cobertura de posiciones por parte de los argentinos antes de las elecciones.
La tensión cambiaria fue tal que el ministro de Economía, Luis Caputo, centró su exposición de ayer ante empresarios (ver aparte) en aclarar que el lunes, cualquiera sea el resultado electoral, la política cambiaria se mantendrá, con las controversiales bandas de flotación.
Además, la demanda de divisas subió por importaciones adelantadas y por la búsqueda de cobertura de individuos.
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