Un relevamiento del Indec sobre las Condiciones de Vida de la Población al cierre de 2023 reveló que el 51% de la población total de 31 aglomerados urbanos (29,51 millones de personas) y el 45,6% de los hogares de ese universo (4,58 millones) no tiene conexión a algún servicio público básico tales como la de red de agua corriente, el gas natural o las cloacas.
Si se extrapolan esos datos a los 46,72 millones de habitantes que habitan en el país, resulta que más de 23,8 millones de personas carecen de esos servicios esenciales. Una carencia que no solo afecta la calidad de vida de todos los días, sino que también favorece la propagación de enfermedades.
Si se analizan los datos del Indec desde 2016, se observa que esos indicadores fueron creciendo de manera sostenida.
El indicador negativo que más aumentó en 2023 fue el vinculado con el gas natural.
Según la estadística oficial, basada en la Encuesta Permanente de Hogares cada trimestre, detectó que en el segundo semestre de 2016 no podía conectarse a la red de gas natural el 34,3% de las personas residentes en el país. Ese indicador cae a un mínimo de 33,9% en las segundas mitades de 2018 y 2021, y desde entonces se eleva hasta el 38,1%.
Los otros dos indicadores de las Condiciones de Vida que, según el Indec, se deterioraron en 2023 fueron los vinculados con el acceso de la población a las redes de agua corriente y cloacas.
Mientras en el primer caso subió de 11,5% a 11,7%, en el segundo lo hizo todavía más: de 30,2% a 30,7 por ciento, siempre según la misma fuente.
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