noscript
Se acelera la inflación y la economía se pone cada vez más tensa
TRAS EL DATO OFICIAL DE MARZO DE 6,6 POR CIENTO PARA EL IPC

Se acelera la inflación y la economía se pone cada vez más tensa

Consultoras y bancos empeoraron sus pronósticos para este año. Algunos arriesgan una suba de precios del 115% promedio para los 12 meses. También hablan de un crecimiento bajo o nulo y de problemas con la deuda

Compartir

Economistas y bancos volvieron a empeorar sus pronósticos para la Argentina en lo que resta de 2023, un año marcado por la alta inflación, la devaluación y un entorno poco favorable en la previa de las elecciones presidenciales. Y tampoco ven mejoras sustanciales para el próximo año. 

En coincidencia con la difusión del mal dato de inflación de febrero, que superó el 100% interanual, el nuevo reporte de LatinFocus, que releva de manera mensual el FocusEconomics entre consultoras, bancos y agentes del mercado financiero sobre distintas variables de los principales países de la región, advierte que la economía argentina “debería registrar una contracción este año”. 

“La inflación y las tasas de interés extremadamente altas, junto con la caída del ahorro, afectarán la demanda interna, al igual que un entorno empresarial poco favorable en el período previo a las elecciones generales de octubre”, alerta el relevamiento. 

Los analistas suman que hay “riesgos significativos respecto del pago de la deuda” mientras los datos para el trimestre actual indican que la economía está “en un bache”. 

El dato del 6,6% de inflación de febrero que difundió el INDEC generó otro dolor de cabeza para el cumplimiento de los objetivos del Gobierno, pero además de las cifras del segundo mes del año, los analistas esperan que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) sea aún mayor en marzo y se ubique en el 7%. Tras el dato de inflación, el BCRA subió la tasa y los plazos fijos tendrán un rendimiento del 78% anual, que puede llegar a una tasa efectiva de 113,2 por ciento. 

Las cifras no solo golpean a los bolsillos de los argentinos, sino que además dificultan los planes del Gobierno. El ministro de Economía, Sergio Massa, había asegurado que buscaría tener en abril un dato “con el tres adelante” y que - tal como se estableció en el Presupuesto- la inflación cerraría el año en un 60%. En el Palacio de Hacienda no reconocen abiertamente que no cumplirán esas metas, pero comienzan a diluir el peso de esas proyecciones. 

“Una sequía histórica, sumada a heladas, está afectando las cosechas de soja y maíz, lo que llevó al Gobierno a iniciar conversaciones con el FMI para suavizar los objetivos de reserva de divisas para este año. Además, debido ante casos de gripe aviar, el gobierno suspendió las exportaciones de aves a finales de febrero. En política, el Gobierno perdió la mayoría en la Senado cuando cuatro senadores abandonaron la coalición gobernante”, señala el informe de LatinFocus. 

La consultora prevé que la economía se contraiga 0,5% en 2023, lo que supone una caída de 0,4 puntos porcentuales desde la estimación del mes pasado. Las perspectivas del mercado consideran que la economía local puede recuperarse en 2024, con un crecimiento leve de 0,4%. 

Se espera que la inflación promedie notablemente más alta este año que en 2022, con un peso devaluado, más financiamiento monetario del déficit fiscal y presiones por el precio de los combustibles. 

Los precios volátiles de la energía y la “generosidad fiscal” antes de las elecciones son “riesgos clave”, según la consultora. 

Pero esta dinámica inflacionaria lejos está de detenerse, de acuerdo a las estimaciones de los privados. Según la consultora LCG, para la primera semana de marzo, los alimentos promediaron una suba del 6,4% y a ese rubro hay que sumar los aumentos en productos regulados, como combustibles, prepagas, transporte y educación. 

“Si bien la aplicación de acuerdos de precios puede moderar los aumentos en góndolas, entendemos que la dinámica inflacionaria aún no se termina de relajar. En efecto, la inflación mayorista continúa en un ritmo levemente superior al 6% mensual (101% anualizado). Una inercia alta, en conjunto con un calendario electoral plagado de desafíos (como la administración de la brecha cambiaria en un contexto de sequía), podrá amenazar con reavivar las expectativas y remarcaciones de precios”, analizó LCG. 

En este sentido, Matías de Luca, economista de esa consultora, agregó que marzo suele ser un mes donde la demanda de dinero comienza a caer y eso impulsa la inflación al alza. 

Además de esto, en Ecolatina, donde también prevén una inflación del 7% mensual, agregan otro factor que presionará sobre los precios en el tercer mes del año. “Sumado a una inercia inflacionaria difícil de desarmar en el corto plazo sin recurrir a un plan de estabilización y un crawling peg cercano al 6% mensual, en marzo se conjugará el impacto de distintos aumentos puntuales”, como colegios, prepagas, tarifas y combustibles, puntualizó Santiago Manoukian. 

Por su parte, Lorenzo Sigaut, de la consultora Equilibra, explicó que “Vemos una inflación rozando el 7% para marzo. Uno de los principales rubros es ‘Educación’ por el inicio del ciclo lectivo, pero en particular este año hay un arrastre de alimentos y bebidas, como carne, pollo, lácteos, huevos”.

Comentarios