La jueza María Eugenia Capuchetti denunció ayer a la Policía Federal y a la Policía de Seguridad Aeroportuaria a los fines de esclarecer si hubo delito en el accionar de ambas fuerzas cuando manipularon el teléfono de Fernando Sabag Montiel, el atacante de Cristina Fernández, apenas horas después del intento de homicidio de la Vicepresidenta.
La orden de Capuchetti es consecuencia del informe de la Gendarmería Nacional que, a través de un peritaje, estableció que en la madrugada del 2 de septiembre un experto de la PFA bloqueó el teléfono al intentar extraer la información y añadió que el celular quedó reseteado cuando ya estaba en poder de la PSA. En un breve escrito, la magistrada afirmó que en función de los resultados del peritaje correspondía hacer la denuncia sobre las dos fuerzas involucradas a los fines de establecer si existió un delito de acción pública.
Por sorteo, la causa recayó en manos de la jueza María Servini. El informe técnico, revelado el sábado por Infobae, apareció en la causa a raíz de la decisión de Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo para saber qué pasó con ese teléfono. Es que inicialmente el equipo fue manipulado por un agente de la PFA.
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