El ministro de Economía, Sergio Massa, logró cerrar su primer mes de gestión con una buena performance en materia de colocación de deuda en pesos, tanto para refinanciar vencimientos como para atender al déficit primario. En agosto logró un fondeo neto de $212.236 millones.
El escenario indica que la corrida contra los bonos que sufrió el Gobierno en junio quedó atrás, aunque al costo de pagar tasas efectivas anuales arriba del 90%, un nivel acorde con la inflación anual estimada por operadores privados.
Ayer, en la segunda licitación del mes, la Secretaría de Finanzas ofreció cuatro títulos con vencimiento en 2022 y 2023, un menú con el cual procura ir despejando el escenario para el último trimestre, donde hay una nueva acumulación de vencimientos. En este llamado, el Tesoro emitió una Letra de Liquidez (Lelite) con vencimiento el 30 de septiembre de 2022 con una tasa nominal del 56%, se colocaron dos letras a descuento (Lede) con vencimiento el 16 de diciembre de 2022 (75,34%) y el 31 de enero de 2023 (77,04%) y se emitió una letra ajustada por CER (Lecer) con vencimiento el 16 de junio de 2023, que pagará inflación más 0,51%.
El Palacio de Hacienda informó que se recibieron 1.730 ofertas y se adjudicaron en valor efectivo $285.901 millones. Del total de financiamiento obtenido, el 68% estuvo representado por instrumentos a tasa fija y el 32% restante por instrumentos indexados a la inflación.
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