Las autoridades de Chile detuvieron ayer al menos a diez personas por su presunta responsabilidad en la ola de incendios que sufre el país sudamericano y que dejó hasta el momento 24 víctimas mortales.
El viceministro del Interior, Manuel Monsalve, confirmó el fallecimiento de una persona hospitalizada en Angol, en la región de Araucanía, mientras que otras 26 víctimas permanecen internadas con graves quemaduras en distintos centros.
El Gobierno también tiene constancia de más de 1.100 personas atendidas por distintas lesiones y complicaciones, así como de unas 800 viviendas destruidas, lo que muestra la virulencia de unos incendios que afectan sobre todo a zonas del centro y del sur de Chile.
El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) calcula que todavía hay unos 260 focos ígneos registrados en todo el país, de los cuales medio centenar siguen activos.
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