La sequía inédita que azota a la ciudad genera que cualquier quema que se realice corra el riesgo de propagarse y perder el control. Durante el mes de septiembre el Cuerpo de Bomberos de Pergamino realizó 179 salidas para apagar incendios en campos, descampados y basurales.
El único responsable en todos los casos registrados es la mano del hombre ya que para que se produzca un incendio de manera natural "tiene que haber una tormenta eléctrica y en Pergamino hace más de 100 días que esto no sucede", dijo el jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Pergamino, Sebastián D' Aloisio, a Diario Núcleo un mes atrás.
- Foto del apiario antes del incendio cedidas por Pablo a Diario Núcleo
El caso del apicultor Pablo Mucabare es un claro ejemplo de los daños que puede causar la negligencia a la hora de realizar una quema. Por más recaudos que se tomen el fuego, por más pequeño que sea, siempre puede crecer.
La semana pasada en un basural privado de una zona rural cercana a la localidad de Pinzón, se inció una quema controlada. A causa del pasto seco y de la rotación del viento, el fuego llegó a un cañaveral cercano y la situación se salió de control.
Las 30 colmenas de Pablo se encontraban cerca del cañaveral y las llamas no tardaron mucho en llegar al terreno del apiario. Como consecuencia, la totalidad de las colmenas que el apicultor utilizaba para generar miel fueron destruidas por el fuego.
- Foto del apiario después del incendio
La pérdida económica que el incendio le provocó a Mucabare se estima en 400 mil pesos. Y el apiario quemado era el único que le quedaba al apicultor.
Queda evidenciado que hoy se debe tener mucho cuidado a la hora de quemar debido a que significa un gran peligro para los bienes materiales de quienes inician el incendio como para terceros. Sebastián D' Aloisio, el jefe de los bomberos, decía hace un mes: "Estamos en el 2022, creo que ya no es lógico realizar quemas para tener un pastizal nuevo o para limpiar un terreno".
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