El fraude digital se ha vuelto algo cotidiano con el uso de internet.
Tecnología

Ciberdelincuentes al acecho: las estafas online que más crecen y cómo las empresas se defienden

El fraude digital se multiplica en Argentina y América Latina. Desde el comercio electrónico hasta el sector adulto, los ciberdelincuentes perfeccionan sus métodos para engañar a los usuarios.

En Argentina, la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) registró en 2024 un total de 34.468 denuncias por delitos informáticos, un aumento del 21 % respecto del año anterior. Unos datos que demuestran cómo las estafas virtuales se consolidaron como el principal delito informático del país, de acuerdo con el informe de gestión publicado por el Ministerio Público Fiscal.

La rápida digitalización de casi todos los sectores no significa que los usuarios puedan seguir el ritmo en cuanto a medidas de protección eficaces. Y como consecuencia de esta disparidad, los ciberdelincuentes aprovechan cada oportunidad para cometer fraudes en Internet a través de métodos cada vez más creativos. Y es que cada nuevo canal digital, ya sea apps, billeteras virtuales o redes sociales, se convierte en una posible vía de ataque para los estafadores.

Del phishing al pago por adelantado: las estafas más comunes en el entorno online

 

Las modalidades de fraude digital evolucionan a gran velocidad, adaptándose a los hábitos de consumo y comunicación de los usuarios. Comprender cómo operan los estafadores permite anticipar sus movimientos y cualquier precaución es indispensable antes de convertirse en víctima. 

Phishing y suplantación de identidad

 

La suplantación de la identidad se ha convertido en la estafa más conocida y efectiva. Los delincuentes envían correos o mensajes que simulan provenir de bancos, plataformas de pago o servicios oficiales, como los logísticos. El objetivo es que la víctima ingrese sus datos personales en un sitio falso, lo que permite a los estafadores acceder a cuentas bancarias.

Estafas en el comercio electrónico

 

En los últimos años, también han aumentado las denuncias por tiendas falsas o envíos que nunca llegan. En muchos casos, los estafadores utilizan plataformas legítimas para crear perfiles clonados y aprovechar la reputación del sitio. La recomendación principal es verificar siempre la identidad del vendedor y los medios de pago habilitados.

Fraudes financieros 

 

Las aplicaciones de pago y billeteras virtuales también son blanco frecuente, sobre todo en Argentina, pues su uso es tendencia. Los casos más habituales incluyen la creación de cuentas falsas, préstamos no solicitados y retiros no autorizados. Las fintechs han reforzado sus controles mediante algoritmos de detección de patrones anómalos y bloqueo preventivo de operaciones sospechosas.

Estafas en el sector adulto

 

El entretenimiento para adultos no escapa al problema. Un claro ejemplo es la plataforma de anuncios clasificados adultos SimpleEscort, cuyos representantes aseguran que las estafas más comunes detrás de los falsos anunciantes son las solicitudes de pagos por adelantado a escorts, la extorsión y el chantaje digital a través de supuestas amenazas de demandas judiciales o multas del gobierno. 
A pesar de que la plataforma cuenta con estrictas políticas de uso, reconocen que “los estafadores cada vez son más creativos y por ello hemos implementado un sistema de verificación de identidad y un equipo encargado de moderar todos los anuncios que se publican en la plataforma”. 

Estafas en redes sociales

 

Los ciberdelincuentes aprovechan la confianza entre usuarios para lanzar promociones o sorteos falsos. También se utilizan perfiles clonados para solicitar dinero o datos personales. Redes como Instagram, Facebook o WhatsApp concentran buena parte de las denuncias, especialmente durante campañas de alto consumo como el Hot Sale o el Black Friday.

Los métodos que emplean las empresas para combatir el fraude en línea

 

Frente al aumento de las estafas y ciberdelitos, las compañías están adoptando medidas cada vez más sofisticadas, en las que el uso de las nuevas tecnologías se ha convertido en el mejor aliado. 

El más habitual es el monitoreo en tiempo real, es decir, el análisis constante de transacciones para identificar comportamientos sospechosos, sobre todo en el sector de la banca. La inteligencia artificial aplicada y el machine learning también permiten crear sistemas que aprenden de los patrones de fraude y anticipan ataques futuros, sobre todo en el ámbito informático. 

Por otro lado, la verificación de la identidad es una de las herramientas más efectivas para reducir el fraude. Se basa en validar la identidad del usuario mediante documentos oficiales, reconocimiento facial o biometría. Un sistema que sectores como el financiero, el sanitario y el adulto han integrado en los últimos años para garantizar la autenticidad de los perfiles.

Finalmente, y el más conocido, está la autenticación multifactor, que consiste en incorporar pasos adicionales de seguridad antes de permitir operaciones sensibles. 

Qué consejos básicos podemos seguir para protegernos en Internet

 

Los especialistas en ciberseguridad recomiendan que cualquier pequeña medida de seguridad que tomemos, aunque sea sencilla, reducirá el riesgo de posibles fraudes en línea.  

Así, entre las pequeñas medidas cautelares que podemos tomar, destacan:

  • Revisar cuidadosamente la dirección web antes de ingresar datos.
  • No compartir contraseñas ni códigos de verificación por mensajes privados.
  • Activar la autenticación en dos pasos en todas las cuentas posibles, ya sea en el mail, redes sociales, etc.
  • Evitar hacer clic en enlaces de correos sospechosos o desconocidos. Normalmente, solo incluyen números y letras, sin rastro del nombre de la empresa.
  • Utilizar servicios con verificación de identidad y cifrado de datos.
  • Conservar capturas o pruebas en caso de intento o de ser víctima de estafa y realizar la denuncia ante la UFECI o las fuerzas de seguridad.

Por desgracia, el fraude digital se ha vuelto algo cotidiano con el uso de internet, pero también lo es la respuesta tecnológica. Es por ello que cada vez más empresas invierten en innovación para proteger a sus clientes, mientras los usuarios aprenden a navegar con más precaución.