Cada ciclo alcista del ecosistema de las criptomonedas siempre llegó aparejado con un boom en popularidad de instrumentos que terminaron siendo solo modas pasajeras. En 2016, fueron las ICO (oferta inicial de monedas). En 2021 fueron NFT (los token no fungibles). Esta vez, parece que la nueva vedette son las memecoins y vienen con tanta fuerza que incluso hay celebridades que tienen la suya propia.
Pero ¿qué son las memecoins? Son criptomonedas que no se crean con ningún fin financiero, ecológico, social, cultural, político, u organizativo. Sencillamente son creadas con el propósito del uso recreativo o como una broma. En general, suelen ser generadas por comunidades online que, respaldan el valor de la moneda y se intercambia dentro de las mismas por lo que tienen un suministro ilimitado. Esto marca una primer diferencia sustancial con los criptomonedas clásicas: ellas tienen un suministro finito.
Esta “abundancia” de memecoins hace -por lo tanto- que su valor puede subir o bajar de manera muy rápida. Pero todavía se trata de un mercado pequeño: mientras las monedas digitales más difundidas conforman un mercado de 2,24 billones de dólares (expresado en número: 2.240.000.000.000), el de memecoins, que es un mercado relativamente nuevo capitaliza unos 500 millones de dólares.
Dogecoin, la primera
Pero no son las únicas diferencias. “La memecoin más popular y de mayor fuerza es Dogecoin que, desde su inicio, se ha dejado muy en claro que no tiene ningún plan financiero para hacer crecer el valor del activo digital sino que se creó como una burla de la especulación de las criptomonedas en aquel momento. También es importante recalcar que es la primera criptomoneda que se creó con este fin”, afirma Tania Lea, directora de Latam de Azteco, plataforma internacional que permite adquirir bitcoin en comercios u online de manera simple pagando en efectivo o tarjeta desde 5 dólares.
Otra memecoin conocida es Shiba Inu, asociada a la raza de perro japonesa y se la reconoce como una “prima hermana” de Dogecoin. Incluso Argentina tiene la suya propia llamada Megaiba, creada por dos argentinos a modo de broma pero que supo aumentar su valor en 300 veces en pocos días de su creación.
¿Pero por qué han surgido tantas memecoins en los últimos tiempos? ¿Tienen valor real? “Hay personas que también desean crear memecoins con el propósito especulativo-financiero de poder vendérselo a otras personas. Cada proyecto individual tiene sus motivos y varían en cómo o qué ‘valor’ le están proveyendo al mercado”, focaliza Tania Lea.
Para María Fernanda Juppet, CEO de CryptoMKT, exchange pionera y líder de Latam, las memecoins, inspiradas por el auge de las criptomonedas y basadas en memes populares, han generado un debate sobre su utilidad y viabilidad a largo plazo: “Aunque inicialmente podrían parecer una moda pasajera o incluso una forma de especulación, algunas memecoins han logrado crear comunidades activas y generar interés genuino”.
Un horizonte no tan claro
“Sin embargo –aclara Juppet- su valor y estabilidad aún son cuestionables, y su utilidad práctica puede ser limitada en comparación con otras criptomonedas más establecidas. En última instancia, su futuro depende de la capacidad de estas monedas para evolucionar más allá de su naturaleza meme y ofrecer casos de uso significativos y sostenibles”.
Por todo ello, hay que tener cuidado antes de invertir en una memecoin. Juppet sugiere que, “al invertir en una memecoin es crucial ejercer extrema precaución debido a su volatilidad y falta de fundamentos sólidos”.
“Estas criptomonedas suelen ser impulsadas por tendencias virales y especulación, lo que puede resultar en fluctuaciones extremas de precios en cortos períodos de tiempo. Es esencial investigar a fondo la memecoin en cuestión, entender su comunidad y el propósito detrás de ella, así como establecer límites claros de inversión para evitar riesgos financieros excesivos”, agrega.
Ramiro Raposo, VP de Growth de Bitwage -plataforma pionera en pago de honorarios en criptomonedas y dólares digitales muy utilizada por freelancers y exportadores de servicios digitales- considera que “al invertir en una criptomoneda meme, es esencial investigar a fondo, estar preparado para la volatilidad extrema, utilizar plataformas y billeteras seguras, evitar decisiones impulsivas y diversificar la cartera para gestionar riesgos de manera efectiva. Incluso en los últimos tiempos, celebridades han sacado sus propios tokens, que no tienen ningún sostén, a menos que ofrezcan una usabilidad o innovación puntual”.
“En Bitwage, freelancers y trabajadores remotos pueden recibir parte de su sueldo en criptomonedas y stablecoins. Pero no ofrecemos estos llamados memecoins para proteger el dinero de nuestros usuarios”, asegura, mostrando de esta forma la postura de la compañía sobre cuáles son criptomonedas consideradas seguras y cuáles no.
Un activo que vuela ¿o es volátil?
Del mismo modo, Bruno Drobeta, CEO de Rext, empresa que democratiza las inversiones inmobiliarias a través de la tokenización, dice que invertir en memecoins implica un alto grado de riesgo y especulación. “Es fundamental entender que el valor puede ser extremadamente volátil y que la inversión puede perderse completamente. En caso de querer avanzar con la inversión es importante limitar el monto a un valor que se esté dispuesto a perder en su totalidad”, sentencia.
Martín Gonzalez, CEO beyong art group, sin embargo, muestra otra posibilidad y cree que hay memecoins para rato: “Muchas valen poco y la mayoría van a valer nada, pero quizás son mercancías pasajeras inaugurando nuevas formas de experimentar las finanzas online”.
Para resumir, ¿quién no ama los memes? ¿Quién no comparte uno cada día? Difusión y demanda, en ese formato, tienen. Hay que ver si escalan de igual modo en su versión para mercado cripto…. No es descabellado pensar eso. En 2010, Laslo Hanyecz, desarrollador y minero de bitcoin compró dos pizzas desde su casa en Florida, Estados Unidos. Se las entregó un delivery luego de pagar por ellas 10.000 bitcoins. En ese momento, lo que pagó tenía un valor de USD 40. En la actualidad, esa suma de BTCs equivale algo así como USD 572.073.156 millones, según la cotización de hoy, y Laslo podría comprarse unos 50 millones de pizzas.
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