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El paisaje urbano de El Calafate se distiende con la Reserva Laguna Nimez
TURISMO

El paisaje urbano de El Calafate se distiende con la Reserva Laguna Nimez

En plena ciudad de El Calafate, los miles de visitantes tienen en la Reserva Urbana Municipal Laguna Nimez, la oportunidad de conocer una importante área de conservación de aves -unas 100 especies- que tomaron ese gran humedal como hábitat para anidar o migrar.

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Esta reserva municipal es un área para la conservación de las aves y lo más importante es que es de zona urbana, es decir, se hacen solo 800 metros de la avenida y llegan a este humedal increíble, una esponja gigante que nos ayuda a purificar el agua, es decir, hace el traspaso de agua que viene bajando de los cerros, y en este caso también el agua de una planta potabilizadora cercana, pasa por acá y después se va al lago.

En el lugar se mezclan así las aguas con el Lago argentino, que es de deshielo, con mucho sedimento, y la de la laguna, ofreciendo una singular paleta de colores que caracteriza a esta reserva creada en 1986, pero que tomó relevancia después de los años 2000 cuando empieza el furor por la observación de aves.

La particularidad de Laguna de Nimez es que la ciudad de El Calafate fue creciendo y rodeando el humedal.

El humedal tiene muchas oportunidades de comida, de alimentación, de refugio, para que las aves aniden, se reproduzcan, y por eso hay tanta diversidad en un lugar tan pequeño, de mas o menos 35 hectáreas.

Pese a los peligros que subsisten por encontrarse junto a la ciudad, como la de los perros sueltos que ingresan a la laguna y atacan a las aves, o la basura, el impacto sonoro, a crecido un montón en materia de conciencia ambiental.

Antes, en este mismo lugar, la gente venía a patinar en hielo en invierno cuando se congelaba, y hasta pasaba un rally. La gente se divertía viendo como los autos pasaban y algunos se atascaban, pero por suerte todo eso fue cambiando y se evolucionó mucho.

Actualmente está la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, que es la que trabaja en el lugar, provee los programas de estudio, la organización de la laguna -todo viene de Río Gallegos- y los chicos que trabajan en la Reserva reciben su colaboración de ahí, sus sueldos y los programas de voluntariado.

También funciona en el sitio el COA (Club de Observadores de Aves) que está organizado por Aves Argentinas -hay en todo el país-, donde se reúnen y realizan censos a nivel nacional e internacional.

Eso sucede una día al año,  un montón de personas en el mundo que salen a contar aves para ver cuantas hay, en que lugar, etcétera.

El 5 de octubre, es la otra fecha importante porque es el Día Nacional del Ave donde se commemora al hornero como ave nacional.

El sendero bien definido de la Reserva, que tiene diversos puntos de observación, cuenta con una señalética donde se explica cada especie de flora y aves.

Así, se pueden ver in situ la Loica -elegida en un concurso en las escuelas como ave emblemática de El Calafate- y gran cantidad de flamencos, que recortan su estilizada figura en el horizonte con el Lago Argentino como fondo.

Se trata del flamenco mas austral de los tres que hay en el continente, y es autóctono. Migra en la época de invierno, pero como estos son cada vez más suaves, no tienen fuerza o energía para volar, entonces se empiezan a quedar.

Es como una casa de retiro de flamencos. Se han contado hasta 200 ejemplares en pleno invierno en la zona de la Bahía Redonda cuando se congela, y aseguran que es una cosa muy rara ver a los flamencos caminando en el hielo.

Las reservas urbanas, mas allá de la conservación de los humedales, de las aves, tienen también una función social, porque al estar cerca a una localidad la gente va a tomar mate, leer libros, aprender de la naturaleza o solamente a descansar del movimiento urbano.

Son los chicos los que ya saben que, cuando por ejemplo llega la bandurria al techo de la casa, significa que empieza la primavera, es decir, ya lo relacionan con el indicio de un cambio de estación. Son ellos los que critican cuando algún adulto no cumple con las reglas del lugar, y así van enseñando a los adultos.

Los turistas que legan a El Calafate visitan bastante la reserva, sobre todo los internacionales, algo que es notable cuando se pasea por el sendero y se adivinan idiomas diferentes, gorros y sombreros de otros países.

Un detalle importante es que el ingreso de la entrada que se utiliza para la reserva se paga por única vez, porque no es lo mismo visitarla a la mañana que a la tarde, ya que el movimiento y comportamiento de las aves va a ser diferente, y hasta el clima difiere de un día a otro.

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