Loco, insano, desquiciado, freaky, desequilibrado y, entonces, peligroso. Todos estos términos son parte de los estigmas y concepciones despectivas que padecen quienes tienen un problema o trastorno mental. Durante el Foro de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se desarrolló hoy en Ginebra, Suiza, una cumbre de expertos internacionales advirtieron que la estigmatización y la discriminación empeoran el cuadro clínicos de los pacientes y, en algunas ocasiones, más aún que el trastorno mental en sí.
Con el objetivo de poner fin a los estereotipos negativos que sufren estos pacientes en sus familias o comunidad y que les ponen barreras visibles e invisibles para desarrollarse y alcanzar el bienestar, la prestigiosa revista científica The Lancet conformó una comisión internacional para investigar la problemática. Los resultados de la investigación, de la que participó la ONG argentina Proyecto Suma, fueron divulgados esta mañana en la reunión de la OMS. Infobae estuvo presente durante la exposición del informe de manera virtual y escuchó a los principales referentes de salud mental a nivel global.
Los expertos de la comisión de The Lancet concluyeron que la estigmatización y la discriminación hacia las personas con problemas de salud mental son generalizadas en todas las sociedades y culturas. Los estereotipos despectivos pueden tener un enorme impacto negativo en el bienestar y la vida cotidiana de las personas con trastornos psíquicos, con frecuencia empeorando su condición y retrasando o impidiendo que obtengan ayuda.
En colaboración con más de 50 especialistas en todo el mundo, la comisión fue dirigida por Graham Thornicroft, profesor de Psiquiatría en el King´s College de Londres, Reino Unido, y Charlene Sunkel, directora ejecutiva y fundadora de la ONG Global Mental Health Peer Network, quien además, es paciente con esquizofrenia.
En todo el mundo, el gasto público en salud mental es, en promedio, un escaso 2% del presupuesto total de salud, subrayó The Lancet. Además, los expertos apuntaron que las personas con trastornos mentales graves tienden a morir prematuramente (entre 10 y 20 años en promedio en comparación con la población general) a causa de enfermedades físicas prevenibles.
La comisión incluyó una revisión integral de las intervenciones médicas y sociales eficaces para reducir el estigma y la discriminación, y encontró que el contacto social con las personas que han vivido la experiencia de tener un trastorno mental es la forma más eficaz de erradicar los estereotipos negativos de estos pacientes.
Durante la presentación desde Ginebra, la argentina Devora Kestel, directora del departamento de Salud Mental de la OMS, destacó que “la estigmatización y la discriminación actúan como barreras y exacerban la exclusión de las personas que viven con condiciones de salud mental”.
Sunkel, una de las directoras del informe y quien tiene esquizofrenia, puntualizó que esta investigación se distinguió por incluir la mirada de las personas que han tenido un problema de salud mental, para darle un enfoque basado en las personas y su experiencia frente a cada una de las patologías, desde depresión, estrés, esquizofrenia u otras.
Muchas veces, la terminología para referirse a personas con trastornos psíquicos terminan creando estereotipos y formas de trato despectivo. El informe planteó que el lenguaje es un poderoso vehículo que da forma a actitudes, emociones y percepciones: “Las palabras son muy importantes porque pueden reflejar y reforzar actitudes y percepciones negativas, y causan un daño enorme en las personas que sufren problemas de salud mental”, señaló Sunkel y aconsejó utilizar términso amables y no descriminatorios.
Por su parte, desde la sede de la OMS, Thornicroft, profesor de Psiquiatría en el King´s College Londres, apuntó que luego de identificar 216 revisiones sistemáticas de intervenciones anti-estigma, la comisión concluyó que “el mensaje central es simple y sencillo: el contacto social es la manera más efectiva para reducir el estigma y la discriminación, esto significa encontrar maneras para que las personas que han tenido problemas de salud mental y las que no pueden reunirse y socializar”.
El informe que cuenta con 40 páginas y un anexo de otras 100 páginas, detalló las experiencias personales de quienes han sufrido trastornos mentales, para que la población general y los profesionales de la salud puedan contemplar un enfoque desde el paciente.
Los especialistas de la comisión formularon seis objetivos, que abarcan ocho recomendaciones concretas para el abordaje de la salud mental para las organizaciones internacionales:
- A las agencias de las Naciones Unidas (ONU), lideradas por la OMS, que trabajen junto con las autoridades de los estados miembro para implementar una guía de herramientas fundamentales y lineamientos de políticas públicas que reduzcan la estigmatización y la discriminación hacia las personas con problemas de salud mental
- Implementar políticas gubernamentales y establecer leyes que respalden el fin del estigma y la discriminación
- Eliminar el estigma y la discriminación en los lugares de trabajo contra las personas con problemas de salud mental
- Implementar capacitaciones para todos los profesionales de la salud y asistencia social que incluyan contenidos sobre las necesidades y derechos de los pacientes y que deben ser impartidas conjuntamente por personas que han vivido problemas de salud mental
- Eliminar el contenido estigmatizante de los medios de comunicación y redes sociales
- Apoyar a las personas con experiencias vividas de trastornos de salud mental
El director de la comisión de investigación enfatizó que la salud mental es parte integral e inherente al ser humano, y es tan importante como la salud física, aunque muchas veces se relativiza su envergadura en el bienestar individual y social.
Durante la presentación del informe, también expusieron los expertos que participaron de la comisión de investigación de The Lancet: Dan Chisholmel, director del programa de Salud Mental para la región europea de la OMS, el psicólogo argentino Martín Agrest, coordinador del Área de Investigación de Proyecto Suma, Nasser Loza, presidente de la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH, por sus siglas en inglés), Afzal Javed, presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría (WPA, por sus siglas en inglés) y Joshua Duncan, coordinador del programa de la Coalición de Salud Mental de Sierra Leona.
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