La placa presentaba nombres fuertes dentro de la casa como nominados: Nacho, Marcos, Alfa, Julieta y Ariel, y todos quedaron en manos de Camila.
Durante el día, un piano eléctrico apareció en la casa. Y luego de explotar de felicidad por la aparición del instrumento, Camila lo enchufó y se despachó con un mini recital: primero arrancó con una versión de “Desconfío”, el célebre tema de Pappo, con Alfa que la acompañó en voz. Luego siguió con una versión de “Fue Amor”, de Fito Páez.
Y siguió con cumbia, clásicos, pop y más ritmos con los que mostró su versatilidad con el instrumento, lo que puede ser para la rubia una noche que podría marcar en el juego, un antes y un después.
Al finalizar su momento, que amenizó la ansiedad, hasta conocer la placa, fue su turno de ejercer su derecho.
“Nachi, perdoname. Me caés super bien, nos estamos conociendo mucho más, pero con los otros entablé más relación”, se justificó. El siguiente fue su compañero de entrada: “Ari, perdón... es horrible esta situación, los quiero mucho a todos”, argumentó. Tanto el ex futbolista como el parrillero entendieron la situación y se la tomaron con calma. Sabían que su lugar en la placa estaba asegurado.
Cuando todos los cañones apuntaron a que dejaría a Julieta en placa, ella optó por Marcos. De esta manera, entre la actriz y el vendedor de autos quedó por definir el participante salvado. La rubia decidió que Alfa siguiera una semana más en el reality, provocando la emoción del hombre, la comprensión de Disney y un sinfín de murmullos y teorías que recién comienzan y seguirán hasta el día de eliminación.
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