Juntos por el Cambio atraviesa momentos delicados. La feroz disputa desatada en el PRO inquieta a la propia coalición porque parece no encontrar dique de contención. Hasta la autoridad de Mauricio Macri aparece desafiada por una convocatoria a un intento por encauzar la disputa entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich que él mismo, mientras cavila si se anotará para el año que viene, alimenta empujando dirigentes a sumarse al armado de su exministra.
Los desafíos públicos y las críticas cruzadas llegan sin que los principales actores de este teatro de operaciones parecieran registrar la cada vez más extendida fatiga social con la marcha de la economía, del país y con la política en general.
Un encumbrado dirigente del radicalismo bonaerense hacía en las últimas horas un análisis descarnado de la situación. “Le estamos transmitiendo a la gente la sensación de una aparente descomposición de Juntos por el Cambio”, decía casi como lanzando una mezcla de voz de alerta y llamado a sosiego.
Aun cuando el reflejo de la disputa nacional del PRO derrama sobre la Provincia, no alcanza el mismo umbral de intensidad. Sin embargo, el nivel de cohesión de Juntos por el Cambio se pondrá a prueba en las próximas dos semanas, cuando la coalición deba buscar coincidencias sobre un proyecto bien caliente: la ley de jubilaciones del Banco Provincia.
No hay costado de esta discusión que esté carente de espinas. En primer lugar, es la propia Suprema Corte la que le reclama a la Legislatura una solución política al tema antes de expedirse sobre la inconstitucionalidad de la norma sancionada en la administración de María Eugenia Vidal.
Durante el gobierno de Cambiemos, con el argumento de reducir el déficit de la Caja Jubilatoria del Bapro que a fin de año podría rondar los 20 mil millones pesos, se cambió el cálculo del beneficio y en lugar de quedar atado a la paritaria bancaria comenzó a pagarse según la fórmula de la Anses, mucho menos beneficiosa.
Cientos de jubilados iniciaron demandas porque consideraron que se terminaron vulnerando derechos adquiridos. En forma paralela, el gremio presentó una demanda de inconstitucionalidad. Hace algunos meses cuando el tema había irrumpido a partir de una suerte de mediación de la Corte, apareció un proyecto en la Cámara de Diputados acordado entre oficialismo y oposición que retomaba el cálculo anterior.
Pero así como apareció el alto tribunal, también lo hizo Macri, que dinamitó aquél entendimiento luego de que varios de sus asesores le acercaran un estudio sobre la instauración de “privilegios” en el pago de estas jubilaciones. También le apuntó a otra cuestión: el déficit de ese sistema previsional iba a volver a ser asumido por el Estado bonaerense.
La trascendencia de este tema hará que el martes vuelva a reunirse la mesa provincial de Juntos por el Cambio luego de largos meses de inactividad. El radicalismo, en principio, aparece más cerca de acompañar un proyecto cercano a lo que pide la Corte.
¿El PRO mantendrá su rechazo y habrá votación dividida? ¿Macri volverá a meter la cuchara como lo hizo anteriormente? Hace algunas horas no dejó pasar por alto la ley de reforma jubilatoria que se aprobó en Tierra del Fuego y disparó contra propios y extraños. La pregunta final: ¿bastará su eventual nuevo rechazo para que vuelva a frenarse todo otra vez?
Ese desenlace puede que vuelva a poner en tensión a la coalición opositora. Si aparece alguna solución política para el discutido régimen previsional del Bapro, será con el concurso de parte de Juntos por el Cambio porque el Frente de Todos no puede por sí sólo forzar la votación.
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