El Departamento de Cibercrimen de Pergamino, liderado por el Dr. José María Cifuentes, junto con la Fiscalía N.º 3 a cargo del Dr. Nelson Mastorchio, llevó a cabo dos operativos que demuestran la complejidad y el crecimiento del delito digital en la región.
Por un lado, lograron avanzar en una investigación por estafas millonarias y maniobras de lavado mediante criptomonedas. Por otro, intervinieron rápidamente ante un reporte internacional sobre distribución de material de abuso sexual infantil.
La Operación Espejismo permitió reconstruir el funcionamiento de una asociación ilícita dedicada a defraudaciones bancarias de gran escala. La banda utilizaba identidades falsas para abrir cuentas corporativas y contratar préstamos de manera virtual. A través de este método, lograron movimientos que superan los mil millones de pesos, posteriormente derivados a cuentas vinculadas a empresas utilizadas como pantalla.
Desde fines de mayo, los imputados habrían actuado con roles definidos. Algunos abrían cuentas con documentación apócrifa; otros gestionaban préstamos inmediatos y luego enviaban el dinero a cuentas asociadas a empresas vinculadas al ecosistema cripto. Desde allí, los fondos se convertían en activos virtuales y se enviaban a billeteras cuya titularidad aún está bajo investigación.
La maniobra aparecía justificada bajo la idea de “arbitraje financiero”, pero el análisis técnico reveló que no existió tal operatoria: no hubo operaciones rápidas, no hay facturación ni contratos, y los involucrados no están inscriptos como prestadores de activos virtuales, tal como exige la legislación actual.
Además, la investigación analiza si agentes bancarios colaboraron con la estructura criminal, dado el nivel de sofisticación de las operaciones y la velocidad con la que se aprobaron préstamos millonarios.
Distribución de abuso sexual infantil
Los instructores judiciales intervinieron rápidamente ante un reporte internacional sobre distribución de material de abuso sexual infantil a partir de un reporte NCMEC, organismo internacional que alerta sobre casos de explotación sexual infantil en internet.
El aviso señalaba que un usuario de Snapchat había enviado videos de extrema gravedad. Con la trazabilidad digital realizada por Cibercrimen, identificaron un domicilio en Barrio Centenario, donde se allanó la vivienda de un joven de 28 años. En el lugar se secuestraron dispositivos electrónicos que serán analizados mediante peritaje forense especializado durante los próximos días.
Todos los procedimientos se realizaron con personal de la Dirección de Investigaciones de Cibercrimen de la Policía bonaerense y con la División Operativa de la Policía Federal de Pergamino. Esto demuestra la capacidad operativa y técnica del Ministerio Público Fiscal de nuestra ciudad para investigar delitos complejos que afectan directamente a la comunidad.
A su vez, el trabajo coordinado entre la Fiscalía N.º 3 y el Departamento de Cibercrimen evidencia que, incluso en entornos digitales cada vez más sofisticados, la respuesta fiscal puede ser rápida, profesional y efectiva.
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