El entonces presidente de la Asociación Civil sin fines de lucro “Viva la Vida”, Héctor Pellizzi, contribuyó para elaborar un proyecto de cementerio para mascotas, del cual participé. La contribución de Pellizzi fue muy importante, sobre todo por su experiencia en gerenciar y asesorar cementerios de mascotas en otras localidades, principalmente en Brasil.
Como entidad de bien público, entendimos que su realización estaría dirigida y fiscalizada por los socios de la ONG con la lógica responsabilidad de su directorio, del cual era parte.
Se diseñaron gráficamente folletos y trípticos explicando la importancia de un emprendimiento de carácter social, además, se confeccionó el plano del cementerio dentro de un modelo estándar, adaptable según las dimensiones del terreno, cualquiera fuese su ubicación.
La idea original fue la consulta a entidades protectoras de animales, al Concejo Deliberante de Junín, a los veterinarios y al Instituto Pasteur. Dimos muchos pasos en ese sentido y realizamos algunas reuniones con el entonces intendente Mario Meoni, quien nos dijo que no era tan sencillo instalar un cementerio de mascotas, pero que se pondría al frente de la iniciativa, que la recibía con agrado y llevaría la inquietud al Concejo Deliberante para que se discuta una ordenanza en tal sentido, ya que el municipio no contaba con legislación para el caso.
En todas las reuniones que participamos, algunas con secretarios de su administración, no dejó de remarcar un estudio de impacto ambiental y que una ONG estuviera al frente del proyecto le daba un carácter público y transparente.
La ordenanza fue seriamente analizada con los departamentos de Zoonosis y Medio Ambiente. Con Roberto Bay y Meoni al frente de la iniciativa, el Concejo trabajó más de un año y medio en la ordenanza.
La concejala Rosita Elías (MC) me manifestó: “Recuerdo lo engorroso de la elaboración, porque no se contaba con legislaciones para comparar y el empeño que Mario Meoni le dedicó a tal proyecto”.
El reciente anuncio de Pablo Petrecca destinado a las mascotas es propio de una administración con pocas ideas. En primer lugar, porque la ordenanza existe desde 2011 y prevé que el terreno utilizado no sea fiscal. En un debate político en la Unnoba, Petrecca, en busca de ser electo, prometió un hospital para mascotas. Promesas para engañar al pueblo como fue lo de la bicisenda y tantos otros juramentos con olor a maquillaje.
Ninguna obra que pueda trascender por su importancia, nada en favor de la creación de empleo genuino, nada de traer industrias para el desarrollo económico de la ciudad, nada de barrios populares como lo fue el Plan Federal en la gestión de Mario Meoni o el ya lejano barrio Metalúrgico en la gestión del intendente Luis Venini. El atropello a la salud popular en las “salitas” con ausencia de médicos y enfermeras y muchas de ellas permanentemente cerradas.
Obras que llevan más de siete años para ser terminadas como es el caso de la casa de la mujer en el complejo Alvear. Ni un solo proyecto que modifique la vida del juninense para bien. Maquillaje y marketing son sus mejores propuestas. Ese es nuestro intendente, el que quiere hacer un cementerio en áreas cercanas a la laguna de El Carpincho, ignorando que al empresario Felipe Di Benedetto se le prohibió hacer un cementerio para humanos en el Parque Borchex, donde pasa el Río Salado ¿Desconocimiento o desidia de nuestro maquillador de turno?.
Oscar Farías: Consejero escolar con mandato cumplido.
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