La caminata que el viernes realizaron juntos Alberto Fernández y Sergio Massa desde Casa Rosada hacia el Palacio de Hacienda, con el objetivo de exponer un gesto de “unidad” frente a una nueva concesión al campo con el denominado dólar soja no fue ingenua: el ajuste fiscal en marcha y una medida antipática hacia un sector históricamente enfrentado al kirchnerismo, hace emerger un gran malestar en algunos sectores del Frente de Todos (FdT) a pocos meses del inicio de la campaña electoral.
Esta última iniciativa expuso las limitaciones del desdoblamiento cambiario de hecho que viene realizando la gestión de Sergio Massa en Economía: sin incentivos, no hay liquidación de dólares ya que el Gobierno no ha logrado recomponer la confianza. En el último mes se perdieron más de mil millones de dólares de los cinco mil millones que se habían acopiado en el Banco Central con el primer esquema de cotización diferenciado de la divisa. La emergencia hizo anticipar esta segunda etapa que, sequía mediante, se esperaba aplicar recién en febrero próximo.
Emisión
Si bien la medida podría traer oxígeno a las reservas internacionales, le pone un piso a la inflación: distintos economistas aducen que para garantizar este dólar a $230, el Banco Central debería emitir más pesos y ello tendría su correlato en el nivel de precios en los próximos meses.
Hace semanas Máximo Kirchner había dicho que el campo “había puesto de rodillas” al Ejecutivo para aceptar liquidar la cosecha. ¿Qué dirá ahora? Lo más probable es que haga silencio. El que no se calló fue el senador misionero Maurice Closs, integrante del bloque del FdT, que consideró “un golazo” para los productores agropecuarios “producir con gas oil, fertilizantes y sueldos regidos al tipo de cambio oficial y liquidar con dólar soja”.
En la coalición oficial son pocos los que, en privado, creen que en abril próximo la inflación mensual se ubicará en torno al 3% como pregona el ministro de Economía, con el objetivo de ilusionar a los referentes del espacio en la previa a la definición de las candidaturas.
En el kirchnerismo, por ahora, optan por no hacer públicas las críticas al trazado económico con el objeto de cuidar esta peculiar alianza con Massa. En cambio, no ocultan el malestar con A. Fernández al que intentan dejar en soledad por su resistencia a establecer una “mesa política” que sirva para consensuar una estrategia electoral en 2023.
Hay otros sectores del oficialismo que sí comenzaron a hacer oír sus críticas. Fue el caso de la CTA Autónoma que anticipó una jornada de protesta para el 6 de diciembre en rechazo “a la exigua” suba del salario mínimo concertada el lunes pasado. La central conducida por “Cachorro” Godoy forma parte de esa alianza pan cristinista que se concentró en Plaza de Mayo durante la conmemoración del 17 de Octubre y durante la despedida a Hebe de Bonafini del último miércoles.
Los movimientos sociales oficialistas también salieron a reclamar que se cumpla la suba del salario social complementario que reciben los beneficiarios de los planes sociales (es la mitad del salario mínimo) porque temen demoras en su implementación.
“Parches”
En la oposición consideran que el programa económico de Massa sólo ofrece “parches” para salir de la emergencia. Para el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta “no hay un plan y acá se necesitan medidas claras por los próximos 20 años”.
Justamente la búsqueda de políticas de estado en materia energética será la excusa de la reunión que los líderes de Juntos por el Cambio llevarán a cabo el próximo jueves en la sede de los Gastronómicos porteños. Conscientes que el año próximo el Congreso tendrá poca actividad, preparan propuestas en clave electoral para incluir en la propia plataforma del armado.
En la coalición opositora, asimismo, advierten que mientras se ajusta a las jubilaciones -en cada suba cuatrimestral, Anses debe engrosar los haberes con un bono porque la fórmula actual no cubre la inercia de los precios-, el PAMI gasta millones en cotillón para la Selección.
La probable compra de un nuevo avión presidencial, por 22 millones de dólares y el Tango 01 en parte de pago, también alertó a dirigentes de la oposición que seguirán de cerca el proceso que lleva adelante la Secretaría General de la Presidencia.
Con Macri en Qatar presenciando el Mundial en su rol como titular de la Fundación FIFA, pareció desescalar el conflicto interno en el PRO. Patricia Bullrich sigue con su armado en Provincia y acaba de bendecir al ex intendente Joaquín de la Torre como otro de los precandidatos a gobernador bonaerense por el partido amarillo.
En clave electoral
El radicalismo, asimismo, también se mueve en clave electoral. Facundo Manes volverá en los próximos días a intentar transmitir un “mensaje superador” que permita al país salir de la “grieta” que obtura cualquier camino de desarrollo. Y sigue insistiendo en que JxC debería ampliarse para ganar volumen político rumbo a los comicios nacionales.
Por su parte, el gobernador jujeño Gerardo Morales cruzó “el charco” para entrevistarse con el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, donde insistió en la necesidad de seguir fortaleciendo el Mercosur. Como otros gobernadores del Norte Grande, la mayoría peronistas, resiste el intento de Nación por inmiscuirse en la producción de litio.
Justamente el Presidente debería viajar a Uruguay en los próximos días para que Argentina retome la presidencia pro tempore del bloque regional ¿Lo autorizará la Unidad Médica Presidencial luego de cancelarle el martes pasado un viaje a Corrientes? La salud de A. Fernández preocupa a su entorno.
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