En las vísperas del tercer paro de la Confederación General del Trabajo (CGT) contra el gobierno de Javier Milei, en Casa Rosada califican de “política” la protesta y la atribuyen al inicio de la campaña electoral porteña.
“Es el paro de los amigos de (Leandro) Santoro”, sintetizó una importante fuente con acceso al despacho presidencial ante la agencia Noticias Argentinas en un intento de vincular a la central con el candidato a legislador porteño de la lista Es Ahora Buenos Aires.
La mesa chica del mandatario destacó “la buena relación” con la CGT, y pese a que garantizan la continuidad del diálogo, aseguran que “arrancó la campaña” en una clara alusión a que la medida anunciada para este jueves 10 de mayo.
La intención del Ejecutivo de designar al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, como interlocutor con el complejo objetivo de convencer a la central de desarticular el llamado no prosperó. En Azopardo 802 cerraron las puertas a conversar del tema.
Esta mañana el titular de ministros sostuvo que el temario de la protesta es “un poco difuso”, y no mostró preocupación por su alcance. “Después la sociedad juzgará si los dirigentes sindicales tienen representatividad o no. El tema de los contratos laborales sí le preocupa a la dirigencia gremial y tendremos que conversar con ellos”, afirmó Francos en declaraciones a Radio Rivadavia.
En sintonía, a través de su cuenta de X, el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, uno de los funcionarios más retuiteados por el mandatario, expresó: “El paro de la CGT no daña a Milei. Daña a la gente”.
“A los trabajadores que quieren cumplir sus tareas. La mafia sindical no solo atrasa 80 años. Atentan contra el normal funcionamiento del país...”, sentenció.
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