Indisimulable, la interna del peronismo volvió a quedar expuesta ayer en la marcha del 24 de marzo por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, donde se vieron dos grupos de manifestantes por separado. De un lado, las columnas encabezadas por el titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, y sus socios de La Cámpora; del otro, el gobernador Axel Kicillof y los funcionarios e intendentes que desafían a Máximo y, por añadidura, a Cristina Kirchner.
Pese a la división, desde ambos campamentos coincidieron en identificar a un adversario común: el Gobierno y su “batalla cultural” libertaria.
El hijo de la expresidenta participó primero de la reposición una gigantografía en la que se ve a Néstor Kirchner ordenando descolgar un cuadro del dictador Jorge Rafael Videla en el Colegio Militar.
Ese breve acto tuvo lugar en la exEsma: “No es un gobierno negacionista. Es un gobierno que reivindica a la dictadura”, dijo el presidente del peronismo bonaerense, buscando con esas palabras caracterizar a la gestión de Javier Milei en el tema de los derechos humanos.
Los militantes de la Cámpora y el fundador de la agrupación marcharon rumbo a la Plaza de Mayo. A Máximo Kirchner se lo vio acompañado por jefes comunales de su riñón, como Mayra Mendoza (Quilmes) y Julián Álvarez (Lanús).
Otros afines a su liderazgo como Federico Otermin (Lomas de Zamora), Mariel Fernández (Moreno) y Gustavo Menéndez (Merlo).
Entre su aliados se sumaron también Gastón Granados (Ezeiza) y Federico Achaval (Pilar).
No pasó inadvertida la presencia del jefe del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, socio clave para la disputa de poder en un bastión histórico del PJ en el Conurbano y que este año electoral podría convertirse en el campo de batalla del kirchnerismo: La Matanza, cuyo intendente, Fernando Espinoza, se posiciona abiertamente del lado de Kicillof en la interna peronista.
Parada previa
En medio de la puja que lo enfrenta a Cristina y su hijo, al Gobernador también se lo vio ayer en la marcha del 24 de marzo. Primero pasó por la sede de Madres de Plaza de Mayo y allí se subió a la combi que las trasladó hasta la movilización.
“Mientras el Gobierno nacional difunde un video que no es digno de ser un documento oficial, hay una multitud que no responde a las provocaciones sino que, de manera pacífica, llega a la Plaza de Mayo para afirmar que son 30.000 compañeros desaparecidos”, dijo Kicillof en la Casa de las Madres.
En el trayecto a la plaza lo acompañaron las columnas de su Movimiento Derecho al Futuro. Entre otros, se vio al intendente Jorge Ferraresi (Avellaneda), al titular del Banco Provincia, Juan Cuattromo, y al minsitro de Obras públicas bonaerense, Gabriel Katopodis. También se encolumnó junto a Kicillof la agrupación La Patria es el Otro, que conduce Andrés “Cuervo” Larroque.
Entre los no alineados en la interna del PJ bonaerense, reapareció Pablo Moyano. También estuvo Malena Galmarini, a la cabeza de la columna del Frente Renovador de Sergio Massa, uno de los que intenta acercar posiciones entre Kicillof y el kirchnerismo.
Tras la marcha de ayer, la manifiesta interna peronista volverá a ser desafiada el próximo jueves, cuando la Legislatura bonaerense trate el proyecto para suspender las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en la Provincia.
Será el segundo intento, luego de que días atrás fracasara una iniciativa del oficialismo por la falta de quórum a la que contribuyeron kirchneristas y massistas. Ahora, según trascendió, los tres sectores llegarían en sintonía y unidos para avanzar con el proyecto que pretende sacar Kicillof. Eso siempre y cuando no aparezca un cisne negro de última hora.
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