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EN LO QUE RESTA DE ESTE AÑO

El Gobierno no llamará a sesiones extraordinarias

Se evalúa posponer el llamado para febrero.

El gobierno nacional descartó ayer la posibilidad de convocar a sesiones extraordinarias durante de diciembre, por la falta de acuerdos con la oposición para debatir y aprobar los temas de interés del Poder Ejecutivo, y evalúa posponer el llamado para febrero.

“Hasta hoy no están los acuerdos que nos indiquen un temario para tratar en sesiones extraordinarias”, confirmó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en una rueda con la prensa acreditada en Casa Rosada. En la misma línea, amplió que “todos conocen cuál es nuestra situación parlamentaria, estamos en minoría, y saben que dependemos de preestablecer acuerdos para tratarlos en el Congreso”.

Pese al anuncio del miércoles último del vocero presidencial, Manuel Adorni, en sus redes sociales, y que detallaba que la convocatoria se llevaría a cabo “entre el 5 y el 27 de diciembre”, en Balcarce 50 casi dan por extinta la posibilidad de que el Congreso sesione en lo que queda de diciembre, aunque no descartan hacerlo en febrero.

“Hoy no los tenemos, por eso, en diciembre no convocaríamos”, insistió Francos. Asimismo, una importante funcionario detalló que la reforma electoral, que incluye la eliminación de las PASO, modificaciones en la publicidad estatal y el financiamiento a los partidos, es de los puntos que más traba las negociaciones con la oposición. “No hay certezas. La mitad del PRO quiere, la otra no.

Innovación Federal y el radicalismo ´ni´”, describió el funcionario ante la Agencia Noticias Argentinas, y agregó que “al momento, hay un 80% de que no convoquemos y un 20% de que sí”.

Lo cierto es que el oficialismo tampoco tiene la garantía de que el PRO respaldará la Ley Antimafias y el proyecto de reiterancia, impulsados por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dos cambios claves en la “nueva doctrina de seguridad” anunciada ayer por el presidente Javier Milei.

Críticas opositoras

Las bancadas opositoras venían exigiendo el tratamiento urgente del proyecto de Presupuesto 2025 a fin de que el Poder Ejecutivo no pueda hacer un uso discrecional de los recursos por segundo año consecutivo.

“Hasta hoy no están los acuerdos que nos indiquen un temario para tratar en sesiones extraordinarias”, señaló el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en una rueda con la prensa acreditada en Casa Rosada. Esta confirmación dio por tierra con lo que había anunciado prematuramente la semana pasada el vocero presidencial, Manuel Adorni, sobre la convocatoria a sesiones extraordinarias entre el 5 y el 27 de diciembre.

“Los que voten esa reforma le estarán dando un gran triunfo a este gobierno ultraderechista. No hay relato que remonte eso”, advirtió la diputada del Frente de Izquierda Myriam Bregman.

No obstante, no hubo avances significativos en esta materia y la mayoría de los bloques dialoguistas no comparte el objetivo de suprimir las primarias obligatorias, lo cual complejiza el panorama para febrero. Para el diputado de Encuentro Federal Oscar Agost Carreño, “la decisión del Gobierno de dar marcha atrás con las extraordinarias es una muestra más de su falta de planificación”.

“Desde el Congreso siempre hubo voluntad para dar todos los debates, pero con seriedad y el tiempo necesario para construir acuerdos, sostuvo el legislador.

El jefe del bloque de Unión por la Patria (UxP) en la Cámara de Diputados, Germán Martínez, lamentó la oportunidad perdida -la última que quedaba- para tratar y aprobar el Presupuesto, y de esa manera evitar que el Gobierno pueda seguir haciendo un uso discrecional de los recursos, tal como sucedió durante este año.

“Lo que no puede ni va a poder explicar Francos es por qué no mandan el proyecto de ley de Presupuesto a extraordinarias. Nunca quisieron tratarlo en comisiones ni en el recinto.

Básicamente, porque quieren tener total discrecionalidad para la ejecución del gasto”, escribió en la red social X. A la indignación por la exclusión del Presupuesto, en la oposición dialoguista le suman el malestar por la falta de tratamiento del proyecto de Ficha Limpia, un tema que había sido prenda de cambio del Gobierno con el PRO y que derivó en un escándalo cuando el propio oficialismo operó para que se fracasaran las dos convocatorias a sesión especial que tuvieron lugar el mes pasado.