Adolescentes y alcohol: más del 70% ya lo consume a los 15 años
Un informe presentado ayer por la Defensoría del Pueblo expone un inicio temprano y una alta prevalencia de consumo entre jóvenes bonaerenses escolarizados. Se trata del mayor estudio de su tipo a nivel provincial.
Siete de cada diez adolescentes (71,5%) comienza a consumir alcohol antes de los 15 años, y el 12,41% lo hace incluso antes de los 12. El dato constituye una de las alarmantes realidades expuestas por un estudio presentado ayer por la Defensoría del Pueblo Bonaerense en el marco del Día Mundial Sin Alcohol.
Parte de una serie de estudios periódicos que realiza el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos desde 2017 con el objetivo de monitorear y proponer políticas públicas efectivas, la investigación se basa en una muestra inédita de 18.000 jóvenes escolarizados de entre 12 y 21 años, lo que la convierte en la mayor que se haya realizado sobre el tema a nivel provincial.
Las respuestas recogidas en ella evidencian un inicio cada vez más temprano y una alarmante prevalencia de consumo de bebidas alcohólicas por parte de chicos y chicas casi por igual.
Entre los hallazgos más importantes del estudio se destaca que el 68% de los encuestados consumió alcohol alguna vez en su vida, con una mayor prevalencia entre las mujeres (71,62%), en comparación con los hombres (67,23%) y personas con otras identidades de género (70,80%).
Tal como se desprende de estudio se trata de un consumo que está lejos de ser esporádico. Y es que el 64,9% de los jóvenes que alguna vez consumieron alcohol reconoce que lo hizo en el último mes y el 91% de ellos en el último año, con una prevalencia ligeramente mayor entre las chicas.
En lo que se refiere a la frecuencia en el consumo, la gran mayoría de las y los entrevistados dijo consumir esporádicamente (64,6%) y casi un 20% en forma semanal en contextos de diversión o nocturnidad. Si bien en este aspecto el estudio no registra variaciones significativas entre chicos y chicas, si observa una frecuencia diaria y semanal levemente superior entre los estudiantes de las escuelas de gestión pública (2,1% y 19,83%), respecto a las privadas (1,93% y 18,16%).
Otro dato significativo que aporta el estudio tiene que ver con el acceso al alcohol. Pese a la prohibición de venta que rige sobre él para menores de edad, más del 40% de los encuestados compró bebidas alcohólicas por su cuenta y uno de cada tres (el 31%) manifestó hacerlo con frecuencia diaria o semanal.
Conductas de riesgo
Más preocupante aún, el consumo observado entre los adolescentes involucra conductas de alto riesgo. Y es que más del 13% de los encuestados admitió haber bebido cinco o más copas de alcohol en una sola ocasión, lo que indica un consumo episódico excesivo o “Binge Drinking”, práctica que aumenta el riesgo de hospitalización. Entre las situaciones de riesgo que evidencia el trabajo es la relacionada con jóvenes que se suben a un automóvil conducido por alguien que tomó alcohol.
Los resultados muestran que más del 36% de las chicas encuestadas reconoció haber pasado por este tipo de situación.
Otro hallazgo del relevamiento que merecería ser analizado con profundidad se vincula con el motivo que las y los consultados expresan al explicar por qué consumen alcohol. Ante la pregunta ¿Qué buscás cuando consumís alcohol?, la respuesta más elegida fue “me gusta el sabor”, seguida por “divertirme”, lo que refuerza la creencia instalada entre muchos adolescentes de que el alcohol favorece la sociabilidad.
En cualquier caso, el consumo de alcohol “no es una problemática que se presente de un día para otro: está íntimamente relacionada con diversos factores de riesgo.
Entre los más cercanos se encuentran el entorno social, la baja percepción de riesgo, la alta tolerancia del contexto hacia el consumo, la exposición a la oportunidad y la tentación al consumo”, señala entre sus conclusiones la investigación.
De ahí que para el Defensor Adjunto, Walter Martello, responsable del Observatorio que viene realizando estos estudios, se trata de “una herramienta vital para la creación de políticas públicas orientadas a la protección de los jóvenes y la prevención de adicciones. No podemos seguir hablándole a los adolescentes con el lenguaje del siglo XX, mientras la industria del alcohol avanza agresivamente en redes sociales”, resaltó ayer el funcionario durante su presentación.