Como consecuencia de una feroz avalancha, dos argentinos que se encontraban de vacaciones en la ciudad de Calgary, en la provincia de Alberta, Canadá, murieron; mientras que un tercero resultó gravemente herido y continuaba internado en un hospital local.
Las víctimas mortales del trágico episodio son Manuel Sáenz, de 37 años, oriundo de La Plata -que desde hace algún tiempo se encontraba viviendo en Chile-, y Gerónimo Regina, proveniente del partido bonaerense de Lobos. Ambos habían viajado al país norteamericano junto a otros cuatro amigos, todos argentinos, entre los cuales estaba también Josué Alonso, un joven de Tres Arroyos que sufrió varias lesiones, pero que sobrevivió al accidente.
El jueves pasado, los seis decidieron trasladarse hasta una zona conocida como High Wide Power, que se caracteriza por tener varios centros de esquí, para bajar la montaña Kicking Horse, ubicada en las Montañas Rocosas canadienses, en el sureste de la Columbia Británica. Sin embargo, cuando lo estaban haciendo, los sorprendió una avalancha de nieve de unos 100 metros de ancho que atrapó a tres de ellos, enterrando a Sáenz y a Regina, que perdieron la vida al instante, y golpeando fuertemente a Alonso, que fue rescatado unas horas más tarde.
En diálogo con el canal TN, Nataly, una muchacha que era amiga del primero de ellos, explicó que el joven platense “era entrenador de los cursos de coaching transformacional y de liderazgo” y que “hace aproximadamente cuatro años estaba viviendo en Chile”.
“Siempre en sus redes sociales subía fotografías en las que los que éramos sus amigos virtuales podíamos ver que le gustaba esquiar. En esta ocasión, por lo que tengo entendido, él se fue de vacaciones con su esposa, se había casado hace algunos meses y hacía tiempo quería conocer ese lugar”, explicó.
Por su parte, en diálogo con el diario La Voz del Pueblo, de Tres Arroyos, Alonso detalló que la nieve los arrastró por saltos de piedra y árboles, pero que a él lo pudo rescatar una turista alemana que comenzó a buscar sobrevivientes luego del accidente.
“Había quedado con el cuerpo bajo la nieve y la cabeza afuera. Tenía el aparato de seguridad, que es para avalanchas, que emite ondas para que logren encontrarnos. Gracias a Dios contaba con eso y pudieron rastrearme. Me desenterraron, tengo la pierna derecha bastante quebrada, tibia y peroné en tres partes, el tobillo quebrado en varias partes y la pelvis también, activaron todos los sistemas de rescate en helicóptero y me trasladaron a la clínica”, recordó.
El joven fue operado el sábado pasado, pero seguía internado y acompañado por su novia, quien viajó hasta allá para estar a su lado cuando se enteró lo que había sucedido. Fue en el hospital, que el muchacho supo del fallecimiento de sus dos amigos.
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