A un mes del Mundial, el Frente de Todos (FdT) comenzó a jugar el partido que definirá la estrategia electoral de la fuerza en 2023.
Las disputas entre La Cámpora y la novedosa alianza conformada por la mesa chica de la CGT y el Movimiento Evita es sólo una de las confrontaciones que ponen en riesgo la “unidad” del armado oficialista. Cristina Kirchner y Alberto Fernández se desconfían mutuamente y los gobernadores ya piensan en su propio armado electoral: cuatro provincias ya adelantaron sus elecciones, entre ellas Tucumán, adonde el jefe de Gabinete, Juan Manzur, ya avisó que regresará en enero próximo.
Se espera que antes de fin de año otros distritos se desenganchen del calendario electoral nacional con el objetivo de no atar su suerte a la fórmula presidencial que postulará una administración que terminará su mandato con una inflación récord.
Desafíos al kirchnerismo
El kirchnerismo está abocado a intentar conservar el poder en la Provincia, pero como se observó en el cónclave celebrado el último jueves en la sede de UPCN, ha surgido un bloque compuesto por dirigentes sindicales y sociales dispuesto a enfrentarlo en esta y otras jurisdicciones.
Los tres grandes actos por el 17 de Octubre dieron cuenta, además, de la limitación que tendrán las autoridades del Palacio de Hacienda por “establilizar” las variables económicas y apaciguar las expectativas inflacionarias.
Es que cada sector desplegó una “receta” propia para intentar resguardarse ante un fenómeno que va horadando el poder de compra en forma diaria. “Paritarias libres”, se escuchó en el estadio de Obras Sanitarias de parte de “Los Gordos” de la CGT; en Plaza de Mayo, el moyanismo, las CTA y el kirchnerismo, propusieron aumentos “por suma fija”, controles de precios y un ingreso permanente para los indigentes.
En este marco, sólo hay contacto entre Alberto F. y Cristina en “situaciones de emergencia”, tal como sucedió después del fallido ataque de Fernando Sabag Montiel del pasado 1° de septiembre. Desde entonces mantienen el “contacto” por intermediarios, como se pudo ver en la semana en la reunión que tuvo lugar en Casa Rosada entre el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, y el ministro bonaerense Andrés “Cuervo” Larroque
. A la Vice no le gustó el discurso que dio el Presidente en el Coloquio de IDEA y desconfía de los movimientos subterráneos del “albertismo residual” para no resignar un proyecto electoral propio en las elecciones nacionales del año próximo.
Las diferencias entre el Presidente y la Vice son sustanciales. No sólo por el rumbo económico -el kirchnerismo nunca aprobó un acuerdo con el FMI que hoy tolera “por el temor al abismo”- sino que nunca reconoció a Alberto F. como conductor.
Las primarias
En el cristinismo sostienen que, con un poder desgastado, el jefe de Estado conserva “capacidad de daño” como expone con su oposición a la suspensión de las PASO en 2023.
En las últimas horas dos funcionarios que siguen orbitando alrededor del Presidente, como Aníbal Fernández y el embajador Daniel Scioli, salieron a bancar la continuidad de las elecciones primarias. “Hoy los números no están” en Diputados para eliminarlas del calendario electoral del año próximo, coinciden en distintos sectores del oficialismo.
La principal preocupación del Gobierno en estos momentos es avanzar en la sanción del Presupuesto: este martes se espera una sesión maratónica en la Cámara baja, en la que podría lograr la media sanción con un sustancial apoyo de Juntos por el Cambio y también de los diputados camporistas que en diciembre pasado habían rechazado el acuerdo con el Fondo. Pero la alianza entre Cristina, Máximo Kirchner y Sergio Massa, que por ahora ordena la gestión económica, garantizaría el respaldo a la ley de leyes.
El gran interrogante que subsiste es si el kirchnerismo seguirá apoyando el ajuste fiscal, tasas de interés orillando el 100 por ciento y el freno a la emisión en marzo o abril próximo cuando se recaliente el clima electoral. “Hoy Sergio (Massa) es insustituible. No hay nada atrás. Y, a diferencia de (Martín) Guzmán, tiene muñeca política para negociar”, expresó una fuente camporista consultada.
Es cierto que el oficialismo no cuenta con otra figura que, merced a sus contactos en el mundo de los negocios, evite una nueva corrida cambiaria y una abrupta caída en las reservas internacionales, que haga verosímil el fantasma de la hiperinflación.
Tensiones en la oposición
Pero la oposición también continúa en permanente tensión. El debate del Presupuesto en Diputados podría hacer emerger nuevas disonancias: el pasado miércoles el diputado de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, advirtió sobre el acompañamiento de dos legisladores del PRO a una suba de impuestos en artículos electrónicos producidos en el país incluida en la iniciativa.
El espacio de Lilita Carrió ya había despertado una reacción de la UCR al cuestionar el régimen de fomento a las “ensambladoras” de Tierra del Fuego.
El radicalismo sigue moviéndose en torno a la figura disruptiva de Facundo Manes, que no duda en rivalizar con Mauricio Macri, y de Gerardo Morales, que continúa sus recorridas por el Conurbano intentando dar “visibilidad” a su precandidatura. En el centenario partido no desconocen que hoy resulta “una tarea difícil” dada la falta de conocimiento que exhibe el gobernador jujeño en el populoso distrito.
Al igual que el oficialismo, el partido amarillo no ha esperado a la finalización del Mundial de Qatar para comenzar la etapa de pre-campaña. Todo se adelanta en Argentina: pero nada como el ritmo de los precios.
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