El Banco Central tuvo una posición vendedora en la plaza cambiaria por quinto día seguido, en una tendencia previsible dada la estacionalidad del flujo del comercio exterior. La entidad terminó la rueda con “ventas por USD 60 millones para atender la demanda del mercado”, según confiaron fuentes cambiarias.
De esta forma, el Bcra contabiliza un saldo neto vendedor de USD 228 millones en lo que va de octubre, después de haber tenido compras netas por USD 4.966 en septiembre, todo un récord histórico, gracias al “dólar soja”. Asimismo, la entidad monetaria afronta un 2022 con compras netas por USD 4.789 millones, un monto que representa el 75% del saldo neto a favor en el mismo lapso del año pasado, de unos USD 6.389 millones al 13 de octubre de 2021.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones consideraron que “a simple vista, sabemos que el escenario difiere afortunadamente de la sangría esperada post dólar soja -cerca de USD 2.000 millones-, pero creemos que veremos a un Banco Central más vendedor en las próximas semanas. Si a esto le sumamos la potencial merma de entrada de dólares en diciembre por el efecto de la sequía en el trigo, pensamos que el horizonte en términos de salida de reservas se deterioró en las últimas ruedas”.
“De hecho, no sería una locura pensar que la ronda de nuevas medidas desde el frente cambiario tenga en cuenta esta situación frágil hacia adelante. En resumen, la posibilidad de volver a transitar un escenario de escasez de reservas más agudo podría volver a poner en tela de juicio los futuros pagos de cupones”, afirmaron desde Portfolio Personal. Las reservas internacionales brutas del Banco Central disminuyeron el miércoles USD 42 millones y finalizaron en 40.072 millones de dólares.
En materia de reservas, los inversores estuvieron atentos a las reuniones que mantuvo el ministro de Economía, Sergio Massa, con distintos organismos multilaterales en Washington. El resultado fue que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo por USD 700 millones para promover la estabilidad económica y fortalecer las finanzas públicas, según el comunicado oficial.
Tal préstamo tiene un plazo de amortización de 7 años y un período de gracia de 3 años y una tasa de interés basada en la Sofr. La Sofr se calcula como el promedio al cual las instituciones financieras toman prestados dólares a un plazo overnight, los cuales están garantizados con los Treasuries de EE.UU.
De acuerdo al escrito, el préstamo ofrecerá apoyo presupuestario para que Argentina cubra sus necesidades de financiamiento de corto plazo y proteja el gasto social a grupos vulnerables y en infraestructura, mientras se implementan reformas para reducir el déficit público, promover la estabilidad de los precios y asegurar la sostenibilidad de la deuda.
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