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Alquileres de campo: proyecciones para la campaña 2024-25
COLUMNA DEL CAMPO

Alquileres de campo: proyecciones para la campaña 2024-25

El ingeniero agrónomo Martín Principiano analiza resultados en campos alquilados y comenta sobre los factores que llevan a que no necesariamente bajen los valores de arrendamiento.

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Pese a que los precios de los granos son más bajos que los vigentes hace un año y por ende los costos en quintales son más altos, lo que a primera vista es un factor bajista para los arrendamientos, el mercado de alquileres se mueve de acuerdo a diversos factores, algunos de los cuales sostienen a los arrendamientos frente a la presión bajista.

Cuando aumentan los costos en quintales, tal como lo que está ocurriendo en 2024-25, la variable de ajuste suele ser el valor de alquiler. Pero esto no quiere decir que todos los arrendamientos se reacomoden en baja (frente a los qq/ha de 2023/24), sino que algunos se mantendrán sin cambios.

En general, la mayor parte de los arrendatarios pretenden que, ante costos más altos en quintales, se reduzca el valor de arrendamiento. No obstante, aún cuando los arrendatarios pretendan una baja en los alquileres es muy posible que terminen convalidando valores similares a los del año pasado (en qq/ha) puesto que, si dieran un paso al costado, difícilmente podrán recuperar esas hectáreas en el futuro. Las hectáreas liberadas serán rápidamente ocupadas por otros contratistas.

Los rindes de la actual campaña terminarán siendo menores que los proyectados inicialmente pero más altos que las tres campañas pasadas. Para las proyecciones 2024/25 habrá que tomar nota que, en lo climático, el panorama puede complicarse.

De acuerdo a los modelos climáticos, estaríamos con el “Niño” en retirada y con la “Niña” que asoma en el horizonte por lo que a la hora de proyectar los rinde prevalezca la prudencia, aunque eso no siempre ocurre.

En la zona núcleo y en base a un valor medio de alquiler de 16 qq/ha (con mínimos de 13 qq/ha y zonas que superan los 20 qq/ha), los rendimientos de indiferencia en campos alquilados son muy ajustados. Los costos totales se estiman en 33 qq/ha (con casos de 40 qq/ha de soja), en maíz 80 qq/ha (con casos de más de 90 qq/ha de maíz) y en trigo 40 qq/ha (con casos de 45 qq/ha trigo).

Los planteos expuestos están basados en una comercialización pasando por acopio y con todas las labores contratadas. En algunos casos, pueden lograrse ahorros en la parte de fletes, gastos de acondicionamiento, paritaria, comisión y laboreo para quienes tengan maquinaria
propia.

La tónica del mercado de arrendamientos depende de una suma de factores, entre los cuales los costos de producción, los precios disponibles y los precios futuros son parte de la ecuación. También tendrá gravitación el rinde logrado en el ciclo 2023/24 y el contexto macroeconómico y político previsible para 2024 y 2025.

En un contexto macroeconómico en pleno proceso de reacomodamiento, quienes tienen la posibilidad de producir bienes que cotizan en dólares, seguramente apuntarán a mantener o eventualmente aumentar su escala productiva. Esto le dará firmeza al mercado de arrendamiento.

En síntesis, pese a proyecciones de resultados muy ajustados en campos alquilados, es muy posible que los valores de alquileres se terminen convalidando, en vista de que los arrendatarios no están dispuestos a perder los campos en los que están desde hace mucho tiempo.

Ing. Agr. (MSci) Martín A. Principiano. MP (CIAFBA): 1110, MN (CPIA): 18105

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