Una nueva campaña fina está por iniciar y la recarga hídrica de los perfiles vienen siendo favorables en una gran parte de la zona núcleo lo que brinda un panorama alentador desde el punto de vista productivo. Sin embargo, no todo es positivo.
La baja cotización de los granos, el precio de los fertilizantes y de los insumos en general, así como un mercado de arrendamientos que mantiene su firmeza representan un gran desafío para el productor. Según las últimas estimaciones realizadas para la región núcleo, el rendimiento de indiferencia para hacer un cultivo con tecnología media en la región hoy es de 33 qq de trigo/ha en campo propio y 45 qq de trigo/ha en campo alquilado.
En soja de segunda, el rendimiento de indiferencia es de 10 quintales de soja en campo propio y 18 quintales en campo alquilado. A su vez, es necesario tener en cuenta que una gran parte de los productores están financieramente ajustados dada las últimas campañas con resultados negativos.
Desde lo técnico, será clave el ajuste de prácticas de manejo para maximizar la producción y lograr márgenes positivos en cada lote. La elección de variedades de elevado potencial y buen perfil sanitario, la adecuada elección y posicionamiento de fungicidas, adecuar la fertilización según potencial del lote y perspectivas de rendimiento, ajustar el manejo de herbicidas para especies resistentes y/o de difícil
control, la elección de la densidad de siembra adecuada para cada variedad y fecha de siembra, etc.
Es posible que en algunos productores se establezca una estrategia para campos propios con mayor nivel de tecnología y una estrategia más conservadora en campos alquilados.
En lo climático si bien la recarga de perfiles viene siendo aceptable, un tema que preocupa al productor es la ocurrencia de heladas en momentos críticos (antésis) del cultivo de trigo. Las heladas han generado pérdidas muy importantes en las últimas tres campañas a tal punto que la última campaña hubo casos de lotes con pérdidas casi total. En este sentido, muchos evalúan la adopción de seguros contra heladas, algo poco común en la región. No obstante, a pesar del mayor costo, muchos no dudarán en adoptarlo.
La tónica del mercado de arrendamientos depende de una suma de factores, entre los cuales los costos de producción, los precios disponibles y los precios futuros son parte de la ecuación. También tendrá gravitación el rinde logrado en el ciclo 2023/24 y el contexto macroeconómico y político previsible para 2024 y 2025.
En un mercado donde la producción de granos seguirá siendo una premisa básica para los arrendatarios, la demanda de campo en arriendo mantendría su firmeza. En un contexto macroeconómico en pleno proceso de reacomodamiento, quienes tienen la posibilidad de producir bienes que cotizan en dólares, seguramente apuntarán a mantener o eventualmente aumentar su escala productiva. Esto le dará firmeza al mercado de arrendamiento.
Las incertidumbres respecto a la proyección de siembra de trigo están. Las primeras estimaciones indican un mantenimiento en el área sembrada respecto a la campaña pasada. Habrá tiempo para decidirlo. La realidad es que la prioridad y preocupación por estos días es cosechar como se pueda la soja.
Ing. Agr. (MSci) Martín A. Principiano. MP (CIAFBA): 1110, MN (CPIA): 18105
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