Lo dicen técnicos de Pergamino bajaron la expectativa de cosecha de soja de 1ra tras la gran ola de calor y lluvias registradas allí por la red GEA/BCR de 75 mm. “Las lluvias fueron muy buenas en general, con mínimos hacia El Socorro de 50 mm y máximos en Colón de 120 mm”. A pesar de las importantes lluvias se va confirmando un horizonte de pérdidas de 20 a 30% del potencial del cultivo en la región núcleo.
Pergamino es una de las zonas más castigadas junto al sur de Rosario, como en el departamento Constitución. Allí, estiman rindes de soja 1ra de 25 a 30 qq/ha. La gran ola de calor tuvo un efecto en daños mayor a lo esperado por varios factores: fue muy larga, muy intensa, sin napas o reservas de agua en los niveles profundos del suelo y agarró a la soja con un gran desarrollo vegetativo y en etapas sensibles del período crítico.
“El calor mató plantas, hizo perder un gran número de chauchas”, dicen en Figuera. Pero incluso, hacia el norte de Rosario estiman “rindes por debajo de los promedios”. “Con el diario del lunes, analizamos que tendríamos que haber sido mucho más defensivos, sembrando grupos muy largos y después del 15 de noviembre para sortear la ola de calor”. Otra es la historia en zonas mejores provistas por las lluvias de enero y diciembre como en Bigand, El Trébol, Bombal o San Gregorio dónde estiman pérdidas promedio en soja de 1ra en torno a 5 a 7 qq/ha respecto a un mes atrás.
En 7 días cayó casi lo que llueve en todo el mes
Pese a que llegaron tarde para recuperar chauchas, las lluvias fueron muy importantes. Fueron entre 60 y 170 mm en la región que le han puesto un paracaídas a la caída en la condición del cultivo. También son claves para el llenado de granos en soja de 1ra.
Los técnicos señalan que con lo que llovió ya le alcanza para terminar el ciclo. En todo febrero suele llover entre 75 y 110 mm, con algunas zonas como en el NE bonaerense que puede superar los 120 mm. En promedio, la región recibió del 7 al 14 de febrero 95 mm con una distribución geográfica con dos máximos, uno en el norte y otro en el sur.
El valor más alto, 168 mm fue medido en Pozo del Molle, Córdoba, seguido por Lincoln, en Buenos Aires, con 142 mm. El cambio en las reservas de suelos es total: de predominar áreas en sequía y escasez una semana atrás a niveles óptimos en los sectores centro y noreste, con núcleos de exceso en Santa Fe y este de Córdoba.
Mejora la condición de la soja de segunda
Los lotes en estado malo y regular disminuyeron 20 puntos porcentuales. Ahora constituyen el 30% del cultivo. Aumentaron los cuadros en buenas condiciones, totalizando un 60%. Y se mantiene en un 10% el área en muy buenas condiciones. En el centro sur de Santa Fe, como en Carlos Pellegrini, las lluvias permiten continuar con la producción de flores y desarrollar las chauchas formadas.
Estiman que hay posibilidades de llegar a los 40 qq/ha. En Cañada de Gómez, 30 qq/ha. Hacia el sur santafesino y noreste de Buenos Aires se nota una caída en la condición del cultivo por la menor cantidad de lluvias recibidas. En Bigand señalan que se necesita otra lluvia para lograr una buena producción. En los mejores suelos se podría alcanzar 30 qq/ha. Pero un 15% sembrado en suelos complejos o muy chacareados no lograrán recuperarse del estrés termo hídrico. En San Gregorio estiman un rinde de 25 qq/ha, tras la lluvias. En los alrededores de Pergamino y Colón, en el noreste bonaerense, la oleaginosa se sembró a mediados de diciembre. Por el atraso de las siembras y la ola de calor, se estiman 25 qq/ha.
Mejoran los maíces tardíos en floración, pero hay lotes que no logran reponerse
Hace una semana atrás había 51.000 ha de maíces tardíos comprometidos por la intensa ola de calor. Pero las lluvias llegaron justo en aquellos lotes que comenzaban a florecer. En Carlos Pellegrini y Cañada de Gómez las últimas lluvias se produjeron en plena floración del cultivo. Calcula que podrían llegar a los 90 y 100 qq/ha. Sin embargo, en María Susana las lluvias no alcanzaron a reponer al cultivo y estiman una pérdida del 15%. “La floración ha quedado muy despareja. Como máximo rendirán entre 70 a 85 qq/ha”, dicen.
En el noreste de Buenos Aires, los maíces tardíos están en muy buenas condiciones. Pero los de segunda están de regulares a malos. En cuanto al maíz temprano, el rinde está prácticamente definido y las lluvias permitirán completar el llenado de granos. Se calcula que la cosecha arranque la primera semana de marzo.
En el centro sur de Santa Fe superaría 100 qq/ha. En el sur provincial, los rindes estarían entre 95 a 120 qq/ha, según la calidad del lote. Hacia el sudeste de Santa Fe, entre Aldao y Figuera, el calor arrebató todo: “hubo un efecto secado que nunca vimos. Hay lotes que crujían como el año pasado al caminarlos. Se esperaban rindes de 100 a 110 qq/ha; ahora, entre 80 a 90 qq/ha”.
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