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Emprendedores pergaminenses: el joven que apuesta al uso de drones en el campo
AGRICULTURA DE PRECISIÓN

Emprendedores pergaminenses: el joven que apuesta al uso de drones en el campo

Se trata de Nacho Testa, quien viene de familia de contratistas y su visión moderna de la agricultura le permitió a la empresa familiar abrirse por nuevos caminos.

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Los tiempos de la pandemia significaron un momento de inflexión en las actividades de muchos jóvenes emprendedores. Fue un momento que les permitió pensar en el futuro y marcar un redireccionamiento en sus actividades.

Tal es el caso de Nacho Testa, quien en el año 2020 y con tan solo 20 años de edad, decidió abocarse de lleno al uso de las nuevas tecnologías que se aplican en la agricultura de precisión. Su objetivo fue el de introducir en Pergamino el uso de drones para la detección de malezas y para realizar pulverizaciones.

Nacho viene de una familia de contratistas que lleva años en el rubro y que conformaron la empresa Agrícola Testa, que encabezan su padre y su tío.

En el año 2019, luego de terminar la secundaria, se instaló en la ciudad de Rosario para estudiar la carrera de Contador Público y así poder sumarse a la firma familiar desde otro lugar que no fuera el netamente agrícola. 

La carrera no lo supo enamorar y fue por esta razón que decidió regresar a Pergamino al año siguiente para trabajar en la empresa familiar. Y fue precisamente cuando concurrió a la Expo Agro 2020 que despertó su curiosidad por el uso de la tecnología en el agro.

"En la exposición compré unos drones y ahí fue que comencé en esta actividad. Al tiempo creamos la firma Banburubi SAS, que significa "abejorro" en japonés. Siempre me gustó la tecnología y considero que su utilización es el futuro del agro", expresó.

Los drones le permiten a Banburubi SAS realizar un monitoreo de cultivo, conteo de plantas, conteo de animales, detección de malezas y pulverización. "Con un drone sobrevolas la superficie para poder localizar las malezas. Estos dispositivos vuelan a 110 metros de altura y hacen entre 40 y 50 hectáreas por hora en un lote. 

Luego, a través de una prescripción, le pasamos la información al drone pulverizador y este hace la aplicación. Con esto se obtiene un ahorro en productos químicos y en agua", señaló.

A su vez, los equipos cuentan con piloto automático, mapas de rinde, prescripciones de siembra, con equipos de sistemas variables de semillas y fertilizantes.

Hoy en día la empresa cuenta con cuatro drones de alta tecnología, dos son utilizados para diagnóstico y los restantes para pulverizar. 

Si bien la legislación sobre drones aún no se encuentra bien desarrollada en el país, Banburubi SAS es una de las 3 empresas habilitadas en la Argentina para realizar trabajos con drones en los campos.

Para la utilización de esta tecnología es necesario la habilitación de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) para poder pilotear los drones. A la hora de la pulverizar, es el Senasa el organismo que le otorga el permiso a la empresa que contrata el servicio.

Por el momento, los drones no son utilizados en cultivos extensivos, porque mientras una pulverizadora autopropulsada, más conocida como "mosquito", cubren entre 60 y 70 hectáreas por hora, con los drones se llega a hacer entre 3 y 10 hectáreas en el mismo tiempo.

No obstante las limitaciones que algunas tecnologías tienen hoy en términos de funcionalidad y normativos, Nacho Testa está convencido de que la agricultura de precisión es el futuro del campo y piensa seguir apostando a ello. "No considero que la tecnología de otros países sea mucho más avanzada que la que usamos en Argentina. He visto que en otros lugares están utilizando robots y pretendo poder utilizarlos en la empresa. La tecnología es el futuro de la agricultura y está avanzando a paso agigantado porque todos los años sale algo nuevo y superador en el mercado. Y es por eso que tenemos que estar atentos ante cada novedad que nos permita mejorar el servicio que brindamos".

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