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Maíz: la importancia de la uniformidad de siembra
COLUMNA DEL AGRO

Maíz: la importancia de la uniformidad de siembra

El ingeniero agrónomo Martín Principiano detalla posibles causas y remarca la importancia de evaluar la calidad de siembra.

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Una siembra de buena calidad en maíz está definida por: una mínima diferencia entre las plantas posibles de obtener y las emergidas y una máxima uniformidad en la separación entre plantas y en el tiempo de emergencia. La variabilidad en el espacio entre plantas consiste generalmente en una combinación entre plantas amontonadas (dobles o triples golpes) acompañadas por tramos sin ellas en el surco. La distribución perfecta de semillas es casi imposible.

Los factores que perjudican la buena distribución son muchos. Algunos de los más importantes son: el calibre desparejo de las semillas, incorrecta selección de la placa, la irregularidad del terreno, entre otros. Pero sin dudas, uno de los más importante es la velocidad de avance de la sembradora. Una velocidad de siembra excesiva (mayor a 7,5 Km/h), genera que los dosificadores/distribuidores deban girar a una velocidad muy elevada liberando las semillas con una alta fuerza inercial y haciendo que las mismas reboten sobre los tubos de bajada.

Dentro de los tubos de bajada, ante las diferencias de densidad propia de cada una de las semillas, se producen cambios en las intensidades de rebote con la consecuente variación en los tiempos de descenso de cada una de las semillas hasta llagar al surco.

Una distribución de semillas desuniforme expone a nuestros cultivos a una mayor jerarquización entre individuos, resultando en la presencia de plantas dominadas y dominantes. Esto tiene un impacto directo en el rendimiento en grano al momento de realizar la cosecha. Las plantas dominadas crecerán a una menor tasa, reduciendo así su rendimiento.

Una de las maneras de evaluar la uniformidad de siembra es mediante el desvío estándar de la distancia entre semillas en el surco de siembra. El desvío estándar de esta distancia es una medida de dispersión y nos indica “el promedio del desvío”. Cuanto más grande sea el desvío, nuestro cultivo estará expuesto a mayor desuniformidad, con la consecuente jerarquización de individuos y disminución del rendimiento a cosecha.

En este sentido, el Dr. Bob Nielsen, del Departamento de Agronomía de la Universidad de Purdue, en el año 1997, demostró en ensayos realizados a campo, que se pierden 62 Kg/ha de maíz a cosecha por cada 1 cm de aumento en la desviación estándar del espaciamiento entre plantas.

Por lo tanto, surge la extrema necesidad de evaluar la performance de la sembradora, en lo que a distribución del espaciamiento entre
semillas dentro de la hilera de siembra se refiere, al comenzar la siembra de maíz.

Ingeniero Agrónomo (MSci) Martín A. Principiano. MP (CIAFBA): 1110, MN (CPIA): 18105

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