La futura implementación del "dólar agro", que en su primera etapa comprenderá un tipo de cambio diferencial para el complejo sojero, representará la posibilidad de una mejora en la rentabilidad de los productores de cara a una cosecha golpeada por la sequía y para aquellos que todavía conservan 7 millones de toneladas del ciclo anterior en su poder.
El jueves, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció la pronta puesta en marcha de un "dólar agro", que comprenderá en primera instancia un tipo de cambio diferencial para el complejo sojero por 30 días durante abril.
Asimismo, adelantó que se implementará un tipo de cambio especial para algunas producciones de las economías regionales por 90 días, aunque todavía no se conocen especificaciones que actividades incluiría, ni tampoco a qué precio se ubicará el dólar.
Ese último punto tampoco está claro para lo que podría llamarse un "dólar soja 3", aunque se da por hecho una mejora en el tipo de cambio que invite a los productores a vender sus tenencias y a los agroexportadores a aumentar la liquidación de divisas.
En este sentido, la BCR informó que "se llevan vendidas 4,8 millones de toneladas, algo menos de la mitad de lo comercializado en la campaña pasada a la misma fecha. En términos de porcentaje de la producción esperada, la comercialización alcanza el 18%, cuando el año pasado totalizaba un 24%, y representa la menor proporción desde la campaña 2016/17".
Es por eso que una mejora en el tipo de cambio puede ser un incentivo para no sólo comercializar el volumen remanente de la cosecha 2021/22, sino también impulsar las ventas de la nueva campaña.
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