La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) emitió un informe el 28 de octubre en el que alertó sobre la dualidad que existirá este año en la campaña de arveja con respecto a la del 2021.
Según la entidad, en la campaña 2021/2022 se anotaron 167 mil toneladas del complejo, más del doble en ventas al exterior con respecto a la campaña anterior. En contrapartida, y a causa de la sequía, el área sembrada para la 2022/23 disminuyó respecto del ciclo previo.
- El BCR calculó que producción tuvo un incremento interanual de 53% en la campaña anterior
Dado el éxito obtenido durante la campaña 2021/2022, se esperaba que para este año la superficie de siembra aumentara pero la falta de agua que también afectó al trigo y a la cebada hicieron que las expectativas caigan por el suelo. Se espera una caída de 17% en el área sembrada, lo que se traduce en casi 100.000 hectáreas menos.
La sequía y las heladas hicieron que muchos productores cambien sus planes de siembra y también provocaron que aquellos lotes en los que se sembró el cultivo tengan una merma en su rendimiento. Al problema ya existente de la falta de agua se sumaron las heladas tardías que terminaron de sepultar las expectativas de una buena producción. Ante este panorama, ya se comienza a especular que para la campaña del próximo año no haya disponibilidad de semillas. De cumplirse este pronósticos, las semillas se deberían importar, lo que provocaría un incremento en los costos de producción.
"No quedó un solo lote en pie en nuestra zona"
El ingeniero de la Cooperativa de Carabelas, Diego Guerra, habló con Diario Núcleo sobre el estado de situación de la región y dijo al respecto: "La situación es calamitosa. Es un cultivo de invierno que requiere poca agua y por lo tanto resiste con pocos milímetros pero este fue un año extremo porque casi no llovió. En nuestra zona arvejera, que es Pergamino y Rancagua, prácticamente no quedó un solo lote en pie. La producción fue desechada y tuvieron que ser quemadas para poder iniciar la siembra de soja y maíz que está transcurriendo".
Guerra explica que una parte de la producción de arveja es destinada al mercado interno y la mayor parte a la exportación. Se trata de un commodity al igual que la soja o el maíz pero tiene una escala de valor inferior. El negocio de esta legumbre es chico ya que lo tienen muy pocas empresas pero es importante para los productores de la zona.
"Es un problema para los productores porque no van a percibir el ingreso que genera esta legumbre. En estos últimos años tuvo un crecimiento exponencial en superficie de siembra y es una buena alternativa a los cultivos de invierno como el trigo y la cebada. Además es importante para el suelo en la rotación de cultivos porque aporta nitrógeno al suelo y lo prepara bien para la siembra de maíz. Ahora, los productores que la sembraron se encuentran en una situación negativa en cuanto a los gastos de producción. El panorama es tan desastroso que también se complica el panorama para lo que viene, para la próxima campaña de arveja corre en riesgo su semilla porque los lotes no se han podido multiplicar", dijo el ingeniero agrónomo Guerra.
Compartir