La sequía ha golpeado fuerte desde el pasado 25 de mayo. En Argentina, más de la mitad del país se encuentra padeciendo sus consecuencias. La provincia de Buenos Aires presenta un escenario muy complejo con el 40% del territorio transitando una sequía extrema y se estima que en algunas zonas del noreste llovieron 500 milímetros menos que lo normal.
El Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (Sissa) realizó un seguimiento el 30 de octubre pasado y reveló que, dentro de la provincia de Buenos Aires, existe un 6,14% del territorio que no fue afectado por la ausencia de precipitaciones. El estudio arrojó más datos, un 38,35% de la provincia padece sequía extrema, un 24,57% en sequía severa y un 16,85% con excepcional.
La fuerza de la actual sequía fue tan grande que los meteorólogos la han situado en el puesto 18º de los años más secos registrados desde el año 1961. La consecuencia directa de esta ausencia prolongada de lluvias repercute principalmente en la producción de los campos de Argentina, y más tarde se hará sentir en la ya castigada economía nacional cuando el país genere menos entrada de divisas de lo esperado por la escasa producción de granos.
En este informe especial, Diario Núcleo detalla la compleja situación que está atravesando el agro en Pergamino y la zona con los testimonios de los ingenieros agrónomos de la región.
Trigo: causa perdida
La proyección de producción de trigo para la actual campaña se redujo a la mitad respecto a la campaña anterior. En este sentido, de acuerdo a los datos presentados por la bolsa de cereales de Buenos Aires se estima una producción de alrededor de 12 millones de toneladas a nivel nacional versus los 22 millones de toneladas de la campaña anterior. "Y quizás con dicha proyección se está siendo algo generosa", dice el ingeniero agrónomo Martín Principiano.
Principiano sostiene que la prácticamente ausencia de precipitaciones durante el periodo otoño invierno, sumado a la ocurrencia de heladas en distintos momentos del ciclo de los cultivos, derivó en una campaña de fina para el olvido. Lotes de trigo que se han perdido completamente, otros que se han destinado a pastoreo por la hacienda, en algunos casos se han hecho rollos para su posterior consumo, y casos donde se los han secado químicamente con herbicidas con la intención de adelantar la fecha de siembra del cultivo de soja que continúa.
"En el caso de los lotes que se han dejado para su cosecha, los mismos tienen una expectativa de rendimiento muy por debajo del rendimiento de indiferencia para la región. Así, en los casos de lotes que se han dejado para la cosecha, algunas estimaciones que se han realizado arrojan valores de 5 a 12 qq/ha", afirma Principiano.
Por lo expuesto, se estima que las pérdidas de producción para trigo en la región estarían alrededor del 80%. En el caso de la arveja, la mayor parte de los lotes están perdidos por los daños generados por las heladas.
El ingeniero agrónomo Diego Guerra, de la Cooperativa de Carabelas, dijo: "Los lotes de trigo que aún siguen en pie de la zona tienen un promedio de entre 7 y 10 quintales, cuando por lo general en esta región, en años normales, tiene cosechas de 50 o 60 quintales. Existen algunos lotes que puedan dar 20 pero son los menos. Entre el 60 y el 70% de la superficie que estaba destinada al trigo se desestimaron porque fueron afectadas por heladas tardías cuando el cereal estaba en flor y eso provocó que no haya podido granar".
Un reciente estudio realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) revela que con una cosecha de trigo de 11,8 toneladas las divisas que entrarán al país sufrirán un recorte de 2.221 millones de dólares. En la campaña anterior, se exportaron 4.600 millones del cereal, mientras que para la actual campaña la BCR proyecta 2.379 millones.
Retraso histórico en la siembra de soja
Las consecuencias de la falta de agua durante meses no se agota en el desastre causado en los cultivos invernales. En un año normal, el inicio de la campaña de soja comienza a mediados de octubre. Esta es la fecha óptima para que la planta se desarrolle bien y genere una buena cantidad de vainas.
La ausencia de humedad en los perfiles del suelo, generado por la falta de precipitaciones, hizo que la gran mayoría de los productores pospongan la siembra de soja en los campos de Pergamino y la zona. A medida que se aleja la siembra de la oleaginosa de su período ideal los problemas comienzan a aparecer.
El ingeniero Daniel Lavezzari explica en dónde radica el problema: "Hay muchos estudios experimentales que indican que cuando nos retrasamos en la siembra desde el 15 de noviembre en adelante comienza a perder potencial de rendimiento. Esta pérdida es variable según el estado general del campo en que se siembre y de la climatología. Si se siembra tarde y a posterior continúan las condiciones climáticas desfavorables, la pérdida será mayor. Y aunque el clima sea favorable, cuando te vas de la fecha óptima de siembra siempre vas a tener menores rendimientos porque la planta no alcanza una buena altura, no desarrolla muchas flores y en consecuencia genera menos vainas".
La última lluvia registrada en Pergamino y la zona fue el 26 de octubre y dejó una media de 20 milímetros, cifra que es muy escasa si se tiene en cuenta que la sequía lleva casi seis meses.
En este contexto, algunos productores pusieron en marcha la siembra para evitar el retraso. En este sentido Lavezzari explica: "Siempre es preferible sembrar después de la fecha óptima. Quienes decidieron sembrar ahora están expuestos a que el suelo se quede sin humedad y perder lo sembrado, o van a tener un nacimiento y una emergencia desuniforme que a lo mejor obliga a la resiembra. Para sembrar hay que asegurarse que el cultivo, en sus primeros estadíos, prospere bien y ahora no está sucediendo eso porque se sembró con 20 milímetros, con una capa húmeda superficial y en donde más abajo se encuentra el perfil seco. Las condiciones para esos cultivos están siendo cada vez más comprometidas. Más te digo, hay productores que han sembrado y hoy se arrepienten de haberlo hecho. La soja es exigente en cuanto a la necesidad de agua y es por eso que sin humedad es preferible no sembrarla".
Por su parte, Diego Guerra explica: "Nos encontramos con un perfil de suelo deprimido. Hasta la última lluvia teníamos entre un 15 y un 20% de agua útil a dos metros, lo cual es prácticamente nada. Y por esto mismo parece acertado que aún la mayoría de los productores no hayan comenzado con la siembra. La sequía también perjudicó al maíz. Por lo general la siembra se realiza en septiembre y, como había poca humedad en los suelos, se cayó mucha superficie de tierra que estaba destinada a ese cultivo".
Estado de emergencia
Durante la última reunión de la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías se identificaron más de 7 millones de hectáreas en estado crítico a nivel país y se detectaron 44 distritos de la provincia de Buenos Aires en categoría "severa" entre los que se encuentran las ciudades de Pergamino, Colón, Salto y Rojas.
Los productores agropecuarios y las localidades son los principales damnificados en este contexto de sequía histórica. Tal es la desesperación del sector que desde la política han decidido tomar cartas en el asunto.
El intendente de Salto, Ricardo Alessandro, habló sobre la situación que atraviesa el campo y la sequía que golpea a los productores rurales. Aseguró que “en la zona nunca hubo una Emergencia o Desastre Agropecuario por sequía”, ya que “siempre fueron por abundancia de agua”, y destacó que este escenario “es inédito”. “Llevamos 6 meses dónde sólo ha llovido 40 milímetros”, dijo. Por lo tanto, definió que “la situación es dramática”.
A principios de noviembre, la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario de la Provincia de Buenos Aires (CEDABA) declaró el Estado de Emergencia y/o Desastre Agropecuario por sequía para los partidos de San Pedro, San Vicente, Chascomús, Dolores, Magdalena, Rojas, Salto, Alberti, Ramallo, Lobos, Junín, Suipacha y Arrecifes.
La ausencia de la ciudad de Pergamino encendió las alarmas en los productores del Partido. Desde la Sociedad Rural, su presidente Jorge Josifovich sostuvo que su entidad "no realizó con insistencia el reclamo de emergencia" y aseguró que la Secretaría de Producción del municipio elevó un pedido de informe al INTA para que dé su estimación del daño provocado por la sequía en Pergamino y así elevar el la solicitud de declaración de estado de emergencia ante el Gobierno provincial.
El viernes pasado el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció la declaración de emergencia y/o desastre agropecuario por la sequía que afecta a los distritos de San Pedro, Rojas, Salto, Ramallo, Junín, Arrecifes, Alberti, Chascomús, Suipacha, Lobos, San Vicente, Magdalena y Dolores. Nuevamente quedaron excluídas las ciudades de Pergamino y Colón.
“Con la declaración de la emergencia, estamos dando una respuesta al sector porque comprendemos la situación que está atravesando y desde el Estado tenemos la voluntad de contribuir y ayudar a los productores afectados”, explicó Kicillof.
Cabe recordar que aquellos que hayan visto afectado entre el 50% y el 79% de su producción o capacidad de producción, serán considerados en estado de Emergencia Agropecuaria y se les otorgará una prórroga del pago del impuesto Inmobiliario Rural, correspondiente al inmueble destinado al desarrollo de la actividad agropecuaria. En tanto, aquellos que hayan sufrido una afectación de entre el 80% y 100%, entrarán en la categoría de Desastre Agropecuario y serán eximidos del pago del impuesto rural, en proporción al porcentaje de la afectación de la explotación.
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