La proyección de producción de trigo para la actual campaña se redujo a la mitad respecto a la campaña anterior. En este sentido, de acuerdo a los datos presentados por la bolsa de cereales de Buenos Aires se estima una producción de alrededor de 12 millones de toneladas a nivel nacional versus los 22 millones de toneladas de la campaña anterior. Y quizás con dicha proyección se está siendo algo generoso.
La prácticamente ausencia de precipitaciones durante el periodo otoño invierno sumado a la ocurrencia de heladas en distintos momentos del ciclo de los cultivos, derivó en una campaña de fina para el olvido. Lotes de trigo que se han perdido completamente, otros que se han destinado a pastoreo por la hacienda, en algunos casos se han hecho rollos para su posterior consumo, y casos donde se los han secado químicamente con herbicidas con la intención de adelantar la fecha de siembra del cultivo de soja que continúa.
En el caso de los lotes que se han dejado para su cosecha, los mismos tienen una expectativa de rendimiento muy por debajo del rendimiento de indiferencia para la región. Así, en los casos de lotes que se han dejado para la cosecha, algunas estimaciones que se han realizado arrojan valores de 5 a 12 qq/ha.
Se estima que las pérdidas de producción para trigo en la región estarían alrededor del 80%. En el caso de arveja, la mayor parte de los lotes están perdidos. Las heladas han generado mucho daño.
Sumado a esto, lo que preocupa para adelante es la ausencia de lluvias que no han permitido sembrar maíz y soja prácticamente. Ya en fecha de mediados de noviembre, se percibe una tensión preocupante entre los productores.
Incertidumbre financiera, climática y productiva es lo que se vive a la fecha. Lo que ocurra en los próximos días en cuestión de lluvias será determinante.
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