100 años de Gear SA, una empresa que es mucho más que semilla
Este mediodía la empresa rojense celebrará su centenario con un almuerzo masivo. Diario Núcleo te cuenta la historia de una de las empresas más importantes de la Región que atravesó y superó diferentes crisis nacionales y mundiales gracias a una mirada innovadora y de expansión.
Este mediodía, desde las 11.30 horas, la empresa Gear SA realizará los festejos por los 100 años de vida de la institución. Los mismos tendrán lugar en el Parque de Agroservicios en la ciudad de Rojas, en su nueva planta ubicada en la Ruta Provincial 31 km 172,5.
En los constantes contextos económicos de crisis que ha atravesado el país a lo largo de los años, no es una tarea para nada sencilla para las instituciones llegar a celebrar un centenario. Sobre esto, los fundadores de Gear SA lo saben y, a lo largo de su historia, han mutado estrategias productivas, pero sin apartarse de sus valores.
Gear SA trabaja en varios frentes, como en el mercado nacional e internacional de cereales, semilleros, invierte en investigación y en la actualidad el sorgo ha tomado gran importancia en el seno de la empresa rojense reconocida a nivel mundial.
El foco siempre puesto en el cliente
Años de trayectoria e historias productivas, trabajo e ilusión permitieron que hoy Gear celebre en comunidad, a pesar de los avatares económicos del mundo, han logrado el necesario ejercicio de la adaptación a las cambiantes tendencias del mercado, siempre atentos a las necesidades de sus clientes.
Para ello, la empresa incorporó a su andar nuevas generaciones, que, apoyadas en lo consolidado, han aportado innovación, emprendimiento y profesionalismo, obteniendo así una proyección de crecimiento sustentable.
Desde la empresa, siempre destacan sus valores y el capital humano que allí trabaja, rodeados de integridad e inclusión en una sociedad diversa, proyectándose al futuro sobre la experiencia, la historia y la tradición de una empresa de productos y servicios centenaria.
Respectar las buenas prácticas agrícolas
En permanente cuidado del medio ambiente, Gear produce, asesora y comercializan con el agregado de involucrarse en el desarrollo local y de la Región. Por eso, los clientes avalan con su confianza los pilares fundamentales, soportados en sistemas de gestión de calidad. Sin dudas que Gear es una marca con tradición, que mediante la innovación y el movimiento se adapta y se proyecta, apoyándose en su historia.
Pilares que no se borran con el tiempo
Desde 1922, Gear ha ido creciendo de manera constante proveyendo materias primas a la cadena agroalimentaria nacional e internacional de manera sustentable y confiable.
Por eso allí se desarrollan nuevos negocios con innovación, constancia y profesionalismo, con despacho a cualquier país de destino, cumpliendo los estándares internacionales más exigentes en cuanto a calidad, seguridad y bajo impacto ambiental.
“Trabajamos sostenidos por procesos y procedimientos según normas ISO 9001: 2015 y por certificaciones obtenidas de diferentes entes reconocidos en el rubro, inscriptos en GAFTA, y respaldados por surveyors de primera línea”, explicaron.
Gear SA está capacitada para desarrollar los volúmenes que demandan las especialidades, con trazabilidad desde el inicio de la cadena productiva: elección de las semillas, monitoreo de los cultivos, almacenaje y logística de transporte, para lograr las cualidades deseadas.
Misión Empresarial
• Proveemos insumos y servicios de excelencia en forma confiable y sostenible en el tiempo.
• Respetamos el medio ambiente y la seguridad de la personas y activos de nuestra organización.
• Nos adaptamos flexiblemente a las tendencias de los mercados en que operamos.
• Brindamos asesoramiento integral a nuestros clientes orientándolos para hacer más rentable su negocio.
• Indagamos permanentemente su grado de satisfacción e insatisfacción con sus proveedores habituales, para anticiparnos en la creación de una oferta diferenciada que nos permita posicionarnos como líderes en los segmentos y nichos de mercado en los que operamos.
• Nos anticipamos a las necesidades de nuestros clientes a través de la innovación permanente.
• Trabajamos arduamente para sostener y expandir nuestra brecha competitiva a través de un sistema de mejora continua de calidad.
Una historia que nace con la inmigración
La historia de Gear SA es una particular historia de esfuerzo y decisión, como la de tantas personas que, por diversas razones abandonaron Europa a finales del Siglo XIX para establecerse en otras regiones del mundo.
Entre 1880 y 1910 fueron fundamentales para la modelación de la Argentina moderna. La prosperidad de dicho período dependió, en gran medida, de la producción de la llamada “Pampa Húmeda”, primero con los cereales, luego los oleaginosos y, sobre todo, de las carnes.
Prueba del emprendimiento que tenían los inmigrantes es el surgimiento de la Sociedad Comercial dedicada a la comercialización y producción de granos en la zona rural de Rojas. Heutlass, Soulez y Gonzáles fueron testigos durante ocho años de la expansión de los cultivos.
La imagen de Cornelio Gear
En 1922, cuando los rendimientos esperables para un maíz en la mejor zona del mundo oscilaban entre los 500 y 2000 kilogramos por hectárea, los fundadores dieron lugar de una nueva sociedad cerealera formada por Juan Borasi, Cornelio Gear y Hugo Battaglini.
Con tan solo 25 años, Cornelio Gear se incorporó al negocio como la primera generación argentina, luego de la llegada de aquel inmigrante irlandés que fue don Eduardo Gear, afincado en Rojas desde el último tercio del Siglo XIX.
- Cornelio Gear
Allí, comenzó con la actividad comercial ligada al campo, sirviendo de paso fundacional para los años venideros, formando familia con María Delia Garralda. Ese matrimonio tuvo cinco hijos: Carlos, Hugo, Guillermo, Juan y María Carmen.
Por aquel entonces Enrique Klein y Thomas Bregger, ambos de Pergamino, desarrollaron el cultivo de trigo y la investigación en maíz. Eduardo Sacristre, en producción animal, habría de incorporar en Estados Unidos los primeros reproductores porcinos Duroc Jersey, raza que se afianzó en la zona adoptada por criaderos pioneros como el de Patricio Gear (hijo de Eduardo).
Comprometido no solo con la actividad de acopio de cereales, don Cornelio siempre aportó desde lo social interviniendo en la política de los Principios Integradores Liberales de la Unión Cívica Radical.
Cambios en la sociedad inicial
Las crisis de 1929 afectaron las posibilidades de comercio exterior. Seis años operando granos en la zona, un año antes, Bataglini se retiró de la sociedad, quedando conformada como Gear y Borasi y Cia. Esa nueva sociedad emprendió nuevas actividades productivas y comerciales, incorporando plantas de acopio en los partidos de Rojas y Salto; y embarcándose en la producción animal con un criadero de cerdos.
Explorando otros negocios
En 1930 se modificaron las estructuras de comercialización afectando la libertad y flexibilidad para comercializar cereales. Durante esos años, las rutas comenzaban a correr paralelas al ferrocarril, y el empleo del camión para mover la producción comenzó a intensificarse. Esto hizo que Gear Borasi y Cia se inclinase más por la producción animal, contando con uno de los criaderos de cerdos más grandes del país, sin dejar de lado la producción agrícola y tecnificación. Allí sumaron un nuevo servicio de combustibles y lubricantes de la recién fundada YPF.
- Juan Gear
Fueron años donde la empresa se desarrolló fuertemente en el negocio del acopio, sobre todo en Rojas. Sin embargo, la búsqueda de diversificación y sostén de la producción provocaron que la empresa tome nuevos desafíos, incursionando esta vez en la venta de unidades automóviles de la casa matriz Chrysler.
Por aquel entonces la tecnificación se expandía sosteniblemente en todos los países agrícolas del mundo, incorporando maquinaria innovadora como los tractores. Allí, la empresa comenzó a comercializar la marca Massey Harris.
La intervención del Estado
1946 señaló el inicio de una nueva etapa de comercialización donde el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio se encargaba de comprar los cereales y derivados a los productores para luego exportarlos. De esta forma, el Instituto creado ese año ejerció un doble monopolio, siendo el único comprador de la producción agrícola local y el único vendedor de la misma.
Esto hizo que la empresa Gear, Borasi y Cia. no contara con vagones de carga y no lograra acceder a los puertos desde sus instalaciones, en una época en que los camiones aún no operaban a larga distancia. En consecuencia, deja de trabajar, dejando como resultado para su patrimonio la venta de los elevadores de granos.
Representantes directos de IKA
En 1954, Henry Kaiser, industrial norteamericano, radicó en el país IKA Argentina; y ocho años después comenzó con la fabricación de autos. Gear, Borasi y Cia, se convirtieron en su representante directo en el tradicional local de avenida 25 de Mayo y Alsina (Rojas). De esta manera, comenzaron a proveer de jeeps, camionetas y estancieras a muchos productores. En paralelo, la venta de combustibles y lubricantes continuó creciendo de la mano de la empresa ESSO.
La revolución verde
Pasado un tiempo, llegó una nueva era de tecnificación agrícola, surgiendo en 1956 el INTA y el CREA. Unos años más tarde eso se convirtió en la “Revolución Verde”. El ingeniero Juan Gear, hijo menor de Cornelio, se sumó al CREA como asesor, comenzando una vida profesional ligada a la tecnología agrícola y a la comercialización de cereales. En la década del 60 se produjeron profundos cambios en el sistema comercial de granos, implantándose un régimen de mercado libre, establecido sobre la base de un precio fijado para cada cosecha.
La vuelta a la historia
En 1962, Juan Gear se incorporó a la empresa, comenzando así una nueva etapa reconocida como “La vuelta a la Historia”, construyéndose nuevamente plantas de silos, en una época en la que se acopiaba en un año lo que hoy se recibe en un día. Desde ese punto, se planteó un nuevo crecimiento en la empresa, adquiriendo camiones y adentrándose en la tecnología de la agricultura, con la creación del Programa de Mejoramiento Genético de Maíz, denominado semillero “El Boyero”, que, en 1964, incursionó en la investigación en cebada cervecera.
El doble precio
En ese entonces, el mundo comercial de granos estaba concentrado entre las cerealeras Continental, Dreyfus, Cargil, Bunge y André, las cuales, expandidas por todo el mundo invirtieron en barcos, elevadores de granos, comunicaciones y fábricas de aceite y alimento balanceado. En la campaña 66 y 67 el sistema sufrió una variación, tendiente en este caso, a fortalecer aún más la intervención de la actividad privada.
Es así que se estableció un sistema de doble precio denominado “Mínimo y de Sostén”. En esa época la compra por parte de la Junta Nacional de Granos comenzaba a verse reducida.
En 1971, la empresa pasó a denominarse Gear SA y seguía avanzando con la participación del ingeniero Gear (en 1973 tenía una familia constituida de seis hijos: Virginia, Carolina, Denise, Laura, Florencia y Nicolás).
En aquellos tiempos, la agencia IKA dejó su paso a la Renault, la soja hizo sus primeras apariciones en la pampa húmeda y el negocio de agroquímicos, asociados a la producción extensiva, fueron abriendo nuevos caminos. Por su parte, la producción animal pasaba por la actividad tambera.
Un nuevo objetivo: exportar por cuenta propia
En Gear SA comenzaron a pensar la idea de desarrollar dentro de la actividad de la empresa el negocio de la exportación de cereales por cuenta propia. El maíz colorado Boyero comenzó a distribuirse elaborados artesanalmente por varias regiones del país.
Hacia finales de la década del 70, la empresa incursionó en la producción de alimentos balanceados, procurando continuar con su estrategia de diversificación y agregado de valor. Una década más tarde encontró al negocio de la exportación consolidándose con su instalación definitiva en las oficinas de Buenos Aires, donde el ingeniero Gear, junto a Carlos De Cecco y Jorge Maggi, comenzaron a operar como grandes exportadores.
Organización estructural
Virginia Gear, licenciada en Comercio Internacional, se sumó en los 90 al equipo de liderazgo de la empresa, luego de haber transitado en Buenos Aires el área de exportación, junto a su hermana Carolina.
Allí se comenzó a hablar de organización estructural dentro de la empresa y del desarrollo del negocio de agroinsumos, nuevamente en su espíritu emprendedor Gear SA transitó los 90 convirtiéndose en el primer distribuidor de la zona de la compañía Dow Elanco. Años más tarde, desarrolló para Pasa Petrosur el negocio de fertilizantes líquidos, con una impronta de avanzar en la prestación de servicios.
La biotecnología y la siembra directa fueron modelando el paisaje pampeano, a pesar de la sequía, el trigo con fusarium y el “Mal de Río Cuarto”. La estrategia de la empresa en sus áreas comerciales y de insumos se basaron en la ampliación del portafolios de productos y de empresas para los productores de la zona.
El paquete tecnológico
El “Paquete tecnológico” comenzó a ser solicitado por los productores que veían el retorno de la inversión en tecnología, semillas, fertilizantes y agroinsumos. El asesoramiento al productor con demostraciones a campo y la generación de información propia fue sustentado con la inclusión de más técnicos a campo. Estos, bajo la supervisión del ingeniero Luis Chiavarino se acercaron a los productores y sus requerimientos. Así, Gear SA comenzó a apoyar iniciativas locales como la instalación del Puerto Seco de Rojas, de donde se realizan exportaciones de cereales.
Otro de los miembros de la familia, Carlos Aloé, se involucró en la empresa en el sector de Logística de Acopio en las distintas plantas de la empresa que se dedican a los embarques a puerto.
Ya en este siglo, la empresa abrió nuevas sucursales en Lincoln, Ameghino, General Pinto y Rafael Obligado. En cada una de ellas, la atención al cliente se centra en la provisión de servicios, bajo la impronta del ingeniero Santiago Sanahuja, siendo pioneros en negocios como la trazabilidad del maíz Flint, exportado a los mercados más exigentes del mundo.
Su nueva casa, un orgullo para los rojenses
En 2014, la empresa inauguró su nuevo Parque de Agroservicios que incluye una planta de procesamiento de semillas y un amplio depósito donde se invirtieron millones de dólares. El nuevo Parque viene a apoyar los negocios de semillas, de cultivos especiales, de agroquímicos y fertilizantes de la compañía.
Además de contar con modernas construcciones y mayor confort en cada área, las nuevas instalaciones están diseñadas para optimizar el uso de energía, minimizar el impacto ambiental y garantizar una operatoria segura y ágil para los movimientos de mercadería en grandes volúmenes. El depósito de agroinsumos cuenta con 3600 metros cuadrados y ha sido categorizado como Premium, según las normas de la Cámara de Sanidad y Fertilizantes (CASAFE) para el cuidado del medioambiente.
Por su parte, la planta de procesamiento de semillas y especialidades está equipada con la más alta tecnología disponible en el mercado. Cuenta con una capacidad de trabajo superior a un millón de bolsas y está emplazada bajo una nave de más de 9000 metros cuadrados para el almacenaje de mercaderías.
La torre de proceso se completa con una moderna instalación de recepción, secado y almacenaje de semilla que opera a una velocidad de 60 toneladas por hora y dispone de un avanzado sistema de transporte para el cuidado de la semilla.
La planta también posee un sistema de almacenaje con mecanismos de prelimpieza y secado, clasificación, selección por color de alta tecnología, calibración, tratamiento profesional de curado, múltiples opciones de embolsado y despacho de semilla a granel o en bolsas que se suman a una importante infraestructura de almacenaje y logística.