A la hora de proyectar los resultados para el ciclo 2022/23 de siembras en campos propios y arrendados habrá que tomar nota que tanto en lo relativo a costos y precios el panorama es totalmente distinto al punto de partida de la campaña 2021/22. También en lo relativo a rindes del ciclo previo, que en buena medida financian las próximas siembras, el punto de arranque es distinto.
Los costos actuales de agroquímicos y fertilizantes están varios escalones por encima de los registros de junio de 2021. Claro está que esto ha tenido un impacto en los costos de implantación y protección de los principales cultivos de la región norte de la provincia de Buenos Aires.
Soja
El aumento del precio de los fertilizantes tiene un impacto menor que en trigo y maíz. Al analizar los costos en quintales se observa que no ha variado para la misma fecha un año atrás. En este sentido, el costo de implantación y protección para un manejo promedio en la región es de 10 qq/ha. Claro que a esto hay que sumarle el costo de cosecha, comercialización, seguro (en caso que se tome) y arrendamiento. Así, se llega a lo que se conoce como rendimiento de indiferencia, es decir, el rendimiento con el cual el margen bruto es igual a cero. Con los actuales valores de soja disponible, el rendimiento de indiferencia en campo propio es 16 qq/ha y en campo alquilado puede variar de 30 a 35 qq/ha según el valor del alquiler.
Maiz
En maíz los costos han tenido un aumento importante respecto a la misma fecha en 2021 asociado al fuerte aumento en el precio de los fertilizantes. Así, el costo de implantación y protección que históricamente se ubicó entre 500 a 600 USD/ha, este año varía de 800 a 900 USD/ha, llegando incluso a valores cercanos a los 1000 USD/ha en planteos de alto nivel de tecnología (híbridos de punta, elevados niveles de fertilización, etc.). No obstante, cuando se analizan los costos en quintales, los valores no difieren demasiado respecto al ciclo anterior. En este sentido, el rendimiento de indiferencia en campo propio es de 45 qq/ha y se incrementa a valores de 70 a 75 qq/ha en campo alquilado.
Trigo y Soja de segunda
La siembra de trigos ciclos largos e intermedios largos se ha generalizado en la última semana en la región. Luego de una campaña con muy buenos rendimientos para el trigo, el productor vuelve a apostar a un cultivo que conoce muy bien. La secuencia trigo/soja, ha finalizado en general con buenos márgenes con excepción a zonas muy afectadas por la sequía. El costo de indiferencia para hacer un cultivo de trigo con tecnología media en la región es de 23 qq/ha en campo propio y 35 qq/ha en campo alquilado.
En soja de segunda, el rendimiento de indiferencia es de 10 quintales en campo propio y 17 quintales en campo alquilado. Para los actuales rendimientos de indiferencia, el doble cultivo trigo/soja seguirá siendo competitivo frente a la soja de primera y al maíz.
Sorgo
El cultivo de sorgo continúa siendo una opción para analizar en aquellas zonas donde por cuestiones de características edafoclimáticas, la siembra de maíz o trigo/soja puede ser riesgosa. El costo de implantación y protección en sorgo varía de 500 a 550 USD/ha (contemplando en este costo, dos aplicaciones para control de pulgón amarillo). El rendimiento de indiferencia en campo propio es 35 qq/ha y 60 a 65 qq/ha en campo alquilado.
Arrendamientos
La tónica del mercado de arrendamientos depende de una suma de factores, entre los cuales los costos de producción, los precios disponibles y los precios futuros son parte de la ecuación. También tiene gravitación el rinde logrado en el ciclo 2021/22 y el contexto macroeconómico previsible para 2022 y 2023. La demanda de campo en arriendo mantiene su firmeza, pese al aumento en los costos de producción. En una primera aproximación se observa una tendencia a que los alquileres se mantendrán o incluso en algunos casos aumentarán respecto al ciclo anterior.
En conclusión, en un año de permanente incertidumbre política y económica, el costo total en quintales es un dato clave a la hora de planificar la rotación.
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