El domingo pasado se llevó a cabo, en las instalaciones del Club Social, un torneo internacional de casin por parejas (cinco quillas), que forma parte del circuito argentino de la categoría Máster de Primera Nacional.
La dupla pergaminense: Juan Carreras y Pablo Francavilla perdió en la final ante Carlos Coria y Luis Da Silva (Nairs Santa Mónica).
El resto de las posiciones: El tercer puesto fue para Guillermo Canavesio y Mariano Manzione (Social de Pergamino); cuarto lugar para Alejandro Martinotti (Pilar Sport Club) y José Oliva (ACV Córdoba); quintos Alejandro Moran y Emilio Broggini (Uruguay); sextos Ricardo Dieguez y Juan Demasi (Club Alem de Bolivar); séptimos Walter Ingegnieri y Santiago Abraham (Argentino Marcos Juarez) y octavos Marcelo Mendy y Eduardo Cortes (La Plata).
Diarionucleo.com dialogó con algunos de los protagonistas.
“Esta una disciplina que requiere mucho estudio, en todo sentido, se lo estudia mucho al billar, es muy apasionante. No existen términos medios: te gusta o no. Es un juego muy estratégico, requiere estar muy bien anímicamente y psicológicamente a la hora de jugar”, indicó Juan Carreras. “Yo a los 13, 14 años empecé jugando al pool, demostrando mucho interés en eso. Unos amigos que ya jugaban al pool, a media cuadra del Club Social, me vieron jugar, veían que tenía ciertas condiciones y me trajeron acá a la sala cuando estaba Daniel López, que fue uno de los mejores jugadores del mundo. Bajé a la sala, vi lo que era y me enamoré de esto. Cuando uno ve las cosas que se pueden hacer en una mesa rectangular y tres bolas es magia pura”, prosiguió el pergaminense.
- Juan Carreras y Pablo Francavilla
En cuanto a la cómo se desarrolla la actividad en la ciudad, el billarista expresó: “Nosotros siempre mantenemos una buena escuela de billar; el nivel es bastante bueno, tenemos muchos jugadores de distintas categorías: tenemos máster, y ya llegar a Primera en este juego, que si bien lo hacemos a nivel profesional, pero termina siendo amateur, poque uno solo se tiene que bancar los costos de jugar, viajar y demás, pero a base de todas las problemáticas que pueden existir, el nivel es buenísimo”.
El tercer puesto quedó en manos de la dupla: Guillermo Canavesio y Mariano Manzione (Social de Pergamino). Canavesio es un experimentado jugador de nivel nacional e internacional. El juninense-pergaminense, también dialogó con diarionucleo.com
- Guillermo Canavesio
“Lo lindo tiene este juego es que hay que emplear todo, desde la cabeza hasta la parte física, los pies, los brazos, estar en movimiento, exige mucha concentración. Lamentablemente, acá en Argentina ni cerca de poner la actividad en las escuelas. Yo fui a competir a Italia varias veces y sé que los chicos tienen en el colegio esta disciplina, entonces salen varios jugadores. Ellos tuvieron la suerte, que acá nosotros no tuvimos, si bien hubo proyectos, de hacer un circuito y televisarlo. Allá la RAI Sports televisa, la gente lo ve, los chicos lo ven, se hizo más popular y más redituable económicamente”, expresó el experimentado deportista. “Lamentablemente, en la Argentina es difícil; por ejemplo, acá en el Club Social es difícil que se acerquen chicos a jugar, en los pueblos puede ser que se acerquen un poco más”.
El subcampeón del mundo, Ricardo Dieguez, de la ciudad de Bolívar, también hizo un alto y conversó con diarionucleo.com
“Venir a Pergamino es como ir a mi casa porque me tratan como si estuviera en ella. Tengo muchos amigos, compañeros de juego de muchísimos años, es un verdadero placer venir a jugar acá”. Acerca de cómo está el nivel de la disciplina en Bolívar, Dieguez indicó: “Estamos muy bien, tenemos muchos jugadores, casi 40 afiliados, que es mucho para la Provincia de Buenos Aires. Tenemos una sala muy linda con seis mesas, las hemos remodelado todas”.
- Ricardo Dieguez, subcampeón mundial
Sobre qué le dio Casín en su vida personal, el bolivarense expresó: “Lo primero que me dio fue satisfacción, en todo sentido, porque juego a algo que me encanta, que amo, tengo amigos, muy buena gente, no compañeros, sino buenos amigos. Me da la posibilidad de desenchufarme de la vida cotidiana, que es bastante estresante últimamente. Para mi es un pasatiempo excepcional, más allá de cualquier resultado Siempre digo que este es un deporte hermoso, que lo juega la gente inteligente, el ambiente es buenísimo, es un juego que necesita habilidad, inteligencia; tiene física, matemática, aritmética, geometría, tiene todo. En varios lugares del mundo es universitario, en China, por ejemplo. La cuenta pendiente que tenemos los viejos jugadores es traer a la juventud, es muy difícil, pero no imposible”.
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