El exgobernador del Banco Central canadiense Mark Carney asumió el cargo de primer ministro de Canadá, y ahora intentará guiar a su país ante la guerra comercial provocada por el presidente estadounidense Donald Trump, una amenaza de anexión y unas elecciones federales esperadas.
Carney, de 59 años de edad, reemplaza al primer ministro Justin Trudeau, quien anunció su renuncia en enero, pero permaneció en el poder hasta que el Partido Liberal eligió a un nuevo líder. Se tiene previsto que Carney convoque a elecciones generales en los próximos días o semanas.
“Nunca, jamás, de ninguna forma o manera, formaremos parte de Estados Unidos. Estados Unidos no es Canadá“, afirmó Carney. “Somos un país totalmente distinto”.
El Partido Liberal en el poder parecía estar preparado para sufrir una histórica derrota electoral este año hasta que Trump declaró la guerra económica y ha dicho en varias ocasiones que Canadá debería convertirse en el 51er estado de Estados Unidos.
Ahora el partido y su nuevo líder podrían salir victoriosos.
Carney ha afirmado que está listo para reunirse con Trump si éste muestra “respeto por la soberanía canadiense”. Señaló que de momento no tiene planeado visitar Washington, pero espera tener una llamada telefónica con el mandatario estadounidense pronto.
“El presidente es un exitoso empresario y negociador. Somos su mayor cliente en tantas industrias”, dijo Carney. “Los clientes esperan respeto y una colaboración comercial adecuada”.
Carney dirigió el Banco de Canadá durante la crisis financiera de 2008, y después, en 2013, cuando se convirtió en el primer no ciudadano en dirigir el Banco de Inglaterra, ayudando a gestionar los peores efectos del Brexit en el Reino Unido. Ahora intentará dirigir a Canadá a través de una guerra comercial provocada por Trump.
Carney, un antiguo ejecutivo de Goldman Sachs sin experiencia en política, se convierte en el 24to primer ministro del país del norte del continente americano.
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