El ejército de Israel informó ayer que recuperó los cadáveres de seis rehenes capturados en el ataque transfronterizo de Hamás del 7 de octubre pasado, que desencadenó la guerra en Gaza, mientras mediadores árabes y estadounidenses trataban de avanzar en un acuerdo para frenar los combates y liberar a docenas cautivos que siguen en manos de insurgentes.
De los 251 secuestrados hace más de diez meses en el sur de Israel, el grupo integrista islámico Hamás retiene aún en Gaza a 71 rehenes que se estima están con vida, así como los cuerpos de 34 fallecidos, según una base de datos recopilada por AFP.
Estos rehenes sirven como la principal moneda de cambio de Hamás para obtener un alto el fuego en la guerra en la Franja de Gaza y la liberación de presos palestinos detenidos en Israel. Su situación es incierta, ensombrecida por los anuncios de fallecimientos confirmados y de cuerpos recuperados.
Hasta el 20 de agosto, de los 251 rehenes y cuerpos trasladados a Gaza el 7 de octubre de 2023, 116 fueron liberados -principalmente mujeres, niños y trabajadores extranjeros-, 71 siguen retenidos y se cree que están vivos, y 64 murieron; los cuerpos de 30 de ellos fueron repatriados y 34 siguen en Gaza.
La mayoría de las liberaciones tuvieron lugar durante una tregua de una semana a finales de noviembre. De los 71 rehenes que se cree que están vivos, 61 son israelíes -entre ellos tres beduinos- o binacionales que poseen la nacionalidad israelí, y siete son extranjeros (seis tailandeses y un nepalí). Entre ellos, 57 rehenes son hombres (de los cuales una docena son soldados), 12 son mujeres y dos son niños. Desde el fin de la única tregua de esta guerra, el 1 de diciembre de 2023, sólo seis rehenes han sido liberados, en operaciones del ejército israelí.
No es seguro que los 71 rehenes que se consideran con vida lo estén.
Hamás anunció el 12 de agosto que sus combatientes habían “matado a un rehén” en un “incidente”. Previamente, el grupo terrorista anunció varias muertes de rehenes no confirmadas por Israel, en especial la del rehén más joven, el bebé Kfir, secuestrado con ocho meses y medio, la de su madre Shiri Bibas, de 32 años, y la de su hermano mayor Ariel, de cuatro. Más de la mitad de los rehenes fallecidos -35 de los 64- ya estaban muertos cuando fueron llevados a Gaza el 7 de octubre de 2023. Perdieron la vida durante el ataque de los milicianos islamistas. Es el caso principalmente de los cadáveres de diez soldados.
Los otros 29 rehenes muertos fallecieron en Gaza. Tres de ellos -Yotam Haim (28 años), Samer al Talalqa (25 años) y Alon Lulu Shamriz (26 años)- fueron abatidos por error por el ejército israelí el 15 de diciembre de 2023.
La mayoría de los rehenes que se supone siguen en Gaza fueron secuestrados en el festival de música Tribe of Nova o en el kibutz Nir Oz. La fiesta rave, en la que participaban más de 3.000 personas tenía lugar cerca del kibutz Reim, no lejos de la frontera con la Franja de Gaza.
En total, 370 personas fueron asesinadas en ese lugar por los atacantes y al menos 43 fueron secuestradas. Alrededor de la mitad (22) siguen supuestamente vivos en Gaza, sólo nueve fueron liberados, y los 12 restantes fallecieron. Nir Oz era el kibutz al que pertenece la mayoría de los secuestrados el 7 de octubre. Fue el único donde hubo más rehenes (al menos 74) que muertos (una treintena). Más de la mitad de los rehenes de Nir Oz fueron liberados vivos (38), pero 20 rehenes que se creen están vivos siguen en Gaza. Los 16 restantes están muertos.
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