Al menos 39 personas murieron la noche del lunes último y otras 29 resultaron gravemente heridas al desatarse un incendio en un centro de migración del gobierno en el norte de México, cerca de la frontera con Estados Unidos, informaron las autoridades.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el hecho fue resultado de una protesta de migrantes que iban a ser deportados. El incendio comenzó en la zona de alojamiento del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, una ciudad fronteriza situada al frente de El Paso, Texas, poco antes de las 10 p. m., según un comunicado del centro. En él se alojaban 68 hombres procedentes de América Central y del Sur.
Las autoridades mexicanas no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios, pero según el comunicado del instituto, los 29 heridos se encontraban en estado grave y habían sido trasladados a hospitales locales para recibir atención urgente.
López Obrador dijo que los hombres alojados en el centro estaban molestos con las autoridades. “Como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”, dijo.
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