El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó ayer un recurso de apelación presentado por el expresidente Donald Trump para tratar de evitar que el Servicio Interno de Impuestos entregue sus declaraciones fiscales a un comité de la Cámara de Representantes del Congreso liderado por demócratas.
La decisión constituye una gran derrota para el magnate ultraderechista, que en los últimos años se esforzó denodadamente por impedir que sus declaraciones juradas se difundieran, justo en un momento en el que las investigaciones sobre sus contribuciones se han multiplicado. De hecho, el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes ya trató de hacerse con las declaraciones fiscales de Trump en 2019, con el republicano aún como mandatario, motivo principal por el que este requerimiento no prosperó.
Ya en 2021, siendo el demócrata Joe Biden presidente, se reanudaron las peticiones, reseñó la agencia de noticias Europa Press. El 1 de este mes, la Corte Suprema prohibió la publicación de las declaraciones fiscales de Trump. Pero el caso dio ahora un nuevo giro después de que hace tan solo tres semanas el propio Tribunal Supremo prohibiese temporalmente la publicación de esos documentos hasta que otras instancias judiciales evaluasen si se aceptaba la revisión de anteriores fallos de la justicia sobre este asunto.
Por lo tanto, ahora la comisión de la Cámara de Representantes puede llegar a obtener, por la vía más rápida posible, las declaraciones de Trump, cuyos abogados consideran que las verdaderas intenciones del comité pasan por dar a conocer al público esa información fiscal. Días atrás, Trump dijo que hacía más de seis años que soportaba acosos fiscales y que de ninguna manera iba a ceder a pedido alguno de la justicia por ventilarlos.
La campaña de Trump no ha comentado sobre el fallo del martes. La cámara baja sostuvo que una orden que impedía al IRS, la agencia hacendaria del país, entregar los documentos dejaría a los legisladores con “poco o ningún tiempo para completar su tarea legislativa durante este periodo legislativo, que está por concluir”.
Si Trump hubiese persuadido a la Corte Suprema de intervenir en el caso, habría dejado correr el reloj para que se les agote el tiempo a los demócratas, ya que los republicanos controlarán la cámara baja a partir de enero. Casi con seguridad habrían revocado el pedido de los documentos si para entonces no se hubiera resuelto el tema.
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