Durante los últimos días hubo preocupación en gran parte de Europa. ¿El motivo? Un cohete de origen chino que estaba fuera de control, comenzó su descenso y amenazaba con impactar en alguna parte de España. El peligro fue tal que las autoridades de ese país tomaron la decisión de cerrar varios de los aeropuertos para evitar un posible desastre. Finalmente, y con un seguimiento minuto a minuto en el medio, el artefacto aterrizó, pero lo hizo sobre el océano.
Todo comenzó el 31 de octubre cuando, luego de que China anunciara que completó su estación espacial Tiangong, desde los Centros de Operaciones de Seguimientos y Vigilancia Espacial de la UE (EU SST) anunciaron que monitoreaban “el reingreso a la atmósfera terrestre del gran objeto espacial CZ-5B (2022-143B), la etapa central del cohete que lanzó Mengtian, el tercer módulo de los chinos”.
Los problemas se agravaron porque, mientras hacían un seguimiento del recorrido de la nave, advirtieron ciertas cuestiones alarmantes: el cohete estaba fuera de control y ya tenía una fecha de caída y un posible lugar.
De acuerdo a la información de las últimas horas, el reingreso del artefacto estaba programado para el viernes 4 de noviembre y la hora estipulada eran las 8.50 (España), con un margen de error de 31 minutos. Estos datos fueron confirmados y actualizados por los EU SST en horas de la mañana. Sin embargo, como la nave estaba fuera de control era bastante imprevisible, por lo que otros organismos hicieron sus propias predicciones y establecieron que podría ocurrir entre las 9.03 y las 9.37. El peligro era inminente y comenzaron a establecerse recomendaciones para prevenir un posible desastre.
Según EU SST, la masa del CZ-5B era de entre 17 y 23 toneladas y medía 30 metros. De esta manera se convertía en una las “piezas de escombros más grandes que reingresaron en el pasado cercano”, por lo cual decidieron hacer un seguimiento detallado. Como una parte de ese cohete que se desintegraría cuando pasara a la atmósfera caería en la Tierra, hubo preocupación y las autoridades tomaron decidieron interrumpir el tráfico aéreo y cerrar varios aeropuertos.
De acuerdo con la Agencia de Seguridad Aérea Europea (Easa), el cohete chino podía llegar a afectar las zonas de Santa María y Lisboa (Portugal), Canarias, Madrid y Barcelona (España), Marsella (Francia), Roma y Brindisi (Italia), Atenas (Grecia) y Nicosia (Chipre). De esta manera, y para preservar la seguridad, se estableció un cierre del espacio aéreo de 100 kilómetros a ambos lados de la órbita del objeto espacial.
Según consignó el diario El Mundo, se cerraron los aeropuertos de Cataluña e Ibiza, ya que España se encontraba en el radar en el que podría impactar el cohete. Finalmente la nave cayó, pero no en el lugar estipulado. El ejército de los Estados Unidos anunció que el descenso ocurrió este viernes 4 de noviembre en el océano Pacífico a las 11.01 hora de España (10.01 UTC).
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