La primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, rindió ayer un homenaje a la reina Isabel II, que murió a los 96 años, la definió como “el espíritu mismo de Gran Bretaña” y llamó a apoyar al rey Carlos III, heredero del trono.
“Estamos devastados”, dijo la flamante jefa del Gobierno al dirigir un discurso a la nación desde la residencia oficial en Downing Street 10, en Londres, donde aseguró que Isabel era “amada y admirada en todo el mundo”. “Nuestro país ha crecido y florecido bajo su reinado, el Reino Unido es el gran país que es hoy gracias a ella”, expresó.
“La reina Isabel II fue la roca sobre la que se construyó la Gran Bretaña moderna”, agregó.
Dos días atrás, Truss se había dirigido a Balmoral, la residencia de verano de la reina Isabel en Escocia, donde la monarca, de 96 años, la invitó a formar gobierno.
Truss elogió también los logros “extraordinarios” de la monarca fallecida luego de 70 años en el trono y dijo que su sentido del deber había sido una “inspiración personal” para ella y para muchos británicos. “Ella era el espíritu mismo de Gran Bretaña y ese espíritu perdurará”, comentó.
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