Es de Salto, fue recolector de residuos y hoy es intendente de uno de los distritos más ricos de Santa Fe
Es el máximo mandatario del distrito santafesino desde 2019. En su primer mandato, a causa de una crisis, tuvo que salir a recolectar basura por la ciudad. Conocé de quien se trata y como piensa "Rolvider".
“El Roly Santacroce andaba en un camión levantando la basura un día que no había recolectores”, recordó César, un infógrafo de Funes de 49 años y describió así al dos veces intendente de Funes Rolvider Santacroce, quien a menudo parece un personaje escapado de una novela de García Márquez.
Nacido el 13 de junio de 1967 en Salto, hijo de Irma América y Luis Antonio, el Roly heredó tal vez el carácter de su abuelo italiano Antonio, un guerrillero partisano que se escapó de un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial y comenzó otra vida en Brasil, primero, y después en la Argentina, el gran pueblo que siempre abrió sus puertas a los necesitados. Camisa azul y blanca a cuadritos, vaquero y zapatos, el intendente de Funes, de 56 años, se sienta en la sala de entrevistas de La Capital y se sumerge en una charla intimista, sin filtros.
-¿Quién le puso Rolvider?
- Mis padres me pusieron Rolvider en honor a la gran historia de mi abuelo Antonio, un partisano italiano que escapó de la guerra, porque un buen hombre llamado Rolvider lo ayudó en esa odisea. Ellos eran partisanos y estaban en contra del régimen de Hitler y de Mussolini. Cayó prisionero en un campo de concentración, abajo de Trento, que no era de los nazis sino de los italianos, que mandaban allí a los presos políticos, en 1941, 1942 o 1943, durante la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente mi abuelo se pudo escapar con la ayuda de un capitán francés llamado Rolvider y así se escaparon unos cuantos. Mi abuelo llegó a Brasil, donde se casó con mi abuela y tuvo tres hijos, que son de apellido Santa Cruz. Se bajaban del barco y cada país escribía el apellido como podía. Siempre me cuenta mi viejo, que está vivo y tiene 88 años -mi mamá ya no está-, que en el Registro Civil tuvieron que hacer un lío bárbaro para poder ponerme Rolvider. En agradecimiento mis padres decidieron que le iban a poner Rolvider a su primer hijo. Yo nací el 13 de junio de 1967 y me pusieron Rolvider, pero mi primo nació el 15 de junio. Si hubiera nacido antes, se habría llamado Rolvider
¿Cómo llegó a Funes?
- Primero vine a Rosario. Ese es el problema que tiene la Argentina: cientos de miles de jóvenes se van de sus ciudades. Los de Santa Fe a Rosario y los de La Plata a Buenos Aires, porque los pueblos no tienen el desarrollo que corresponde. No tienen cloacas, no tienen agua potable, no tienen gas y no tienen tecnología. Si no tenés esas cuatro cosas no podés desarrollar una ciudad, por ende no tienen industria y no tenés inversión porque ¿qué empresa va a invertir si no tenés las condiciones de infraestructura básicas para poder producir? Y mucho más en nuestra provincia.
Todo el mundo gobierna para Buenos Aires y habla del Amba (Area Metropolitana de Buenos Aires) como si no existiéramos, cuando generamos el 70 por ciento de la producción argentina, que sale de nuestra provincia. Todos gobiernan hasta la General Paz, pero nosotros producimos la leche, el algodón y el arroz. En todas las localidades del interior de la provincia los jóvenes se van y cuando terminan de estudiar no vuelven a sus lugares de origen porque no tienen posibilidades de trabajo. Y todos los que nos escuchan saben que es así. Es lo que nos ha pasado a todos nosotros.
- De hecho, a gobiernos anteriores les criticaban darles más subsidios al transporte del Amba que al del interior, cuando ahora el nuevo gobierno se los dio todos a Buenos Aires y se los quitó al interior.
-La verdad es que las cosas se hicieron mal hace mucho tiempo. Hace 40 años que estamos en democracia y sacando los dos primeros años de Alfonsín, de 1991 a 1995 de Menem –yo lo he votado– y los primeros cinco o seis años de Néstor Kirchner, la política argentina fracasó. Y por eso tenemos este presidente de la Nación. Hubo un hartazgo social que les dijo “váyanse todos” y terminaron eligiendo a este personaje. Esto pasó exclusivamente porque la política fracasó.
- ¿Cómo fue cuando saliste a levantar la basura por falta de recolectores?
- Fue en mi primera intendencia. Agarré una ciudad que estaba devastada. No teníamos ni un metro de alambre ni para cortar el pasto. Para colmo, cuando recién estábamos alquilando unas maquinarias para brindar los servicios básicos de una ciudad, el presidente de la Nación firmó un decreto y mandó a todo el mundo 15 días a su casa porque empezaba la pandemia. En ese momento nadie sabía, pero mirábamos lo que pasaba en Europa y nos asustábamos, mucho más los intendentes. Recuerdo que a todos los empleados municipales los mandaron a la casa, que habían suspendido las clases y la gente se fue a sus casas quinta en Funes, donde empezó a podar los árboles, a sacar muebles, y yo no tenía empleados municipales, así que con unos amigos y con algunos empleados muy fieles, que siempre estuvieron conmigo, nos pusimos a levantar la basura.
- Milei sacó en Funes el 70 por ciento de los votos, la misma cantidad que vos en tu reelección como intendente ¿Tenés alguna explicación para cada caso?
- En el primero fue por el hartazgo social. Y mi caso es distinto, porque trabajo todo el día, desde las siete menos cuarto de la mañana estoy en la Municipalidad, son las 11 de la noche y a la persona que llama por teléfono la atiendo, estoy cerca de los vecinos, cuando tienen un problema voy y trato de solucionárselo, a veces no se puede, pero siempre voy a tratar de darle una mano y de ser un buen intendente
- ¿Por qué lograste la reelección?
- Porque soy un intendente que como otros está muy cerca de la gente y soluciono temas que no me corresponden, porque hubo una transferencia de problemáticas del gobierno nacional y del gobierno provincial: en salud, en transporte, en medio ambiente.
- Entre esos temas que se hacen cargo los intendentes, en Funes aparece la falta de cloacas. ¿Cómo están ahora?
- Siempre digo cuando me junto con los vecinos y con mis funcionarios que no tenemos que inventar nada. Después de la guerra los norteamericanos se propusieron hacer una gran nación ¿Cómo la hicieron? Con la obra pública, con el Plan Marshall. Y nosotros hicimos todo lo contrario en la Argentina: sacamos toda la obra pública. Entonces es muy difícil. La construcción genera, directa e indirectamente, cientos de miles de puestos de trabajo.
- Son medio millón de puestos de trabajo en la obra pública ¿Cómo puede un gobierno dar de baja la obra pública cuando lo que más necesita la gente es trabajo?
- Porque hacemos todo al revés. Cada puesto de trabajo en la construcción se multiplica por cuatro o por cinco. Fijate los puestos de trabajo que produce, simplemente, construir una casa: gasistas, plomeros, albañiles, ingenieros, arquitectos. Es un movimiento económico impresionante, solamente una casa. ¿Te imaginás lo que es la obra pública? Y en este país se paró. Entonces hay cosas que son inentendibles.
Dicen que la dan de baja porque la obra pública es corrupta. Es mentira. Corruptos son los que hicieron la obra pública o los empresarios que hicieron mal la obra pública, pero no la obra pública. La obra pública es necesaria. Necesitamos hacer caminos, escuelas, puentes ¿Cómo saca la producción de leche la gente de Rafaela los días de lluvia que tienen siete, ocho o nueve kilómetros de barro? Sancor tiene que sacar la leche en los camiones porque a la vaca la tenés que ordeñar a las cinco de la mañana, no a las cinco de la tarde. Y así es todo. Es un país sin producción, y más en la provincia de Santa Fe, que es tan rica, que tenemos puertos, la primera cuenca lechera del mundo, somos los mayores exportadores de arroz, de algodón. Indudablemente necesitamos infraestructura.
- ¿El gobernador debería tener reelección?
- Indudablemente. Porque sj cada cuatro años el gobernador se va, es muy difícil hacer una obra de gran envergadura como un acueducto, un gasoducto o una autovía. Cuando hacés un proyecto de estas características y lo licitás, cuando empieza la obra ya te tenés que ir. Hay senadores que están 30 años, intendentes que están más de 20, pero un gobernador no puede ser reelecto.
Entonces un gobernador asume y hace todo lo contrario que su antecesor. Y más en estos momentos, cuando no tenemos recursos económicos porque la Nación no los manda por razones que ya todos conocemos. Entonces terminan con que la obra pública no es indispensable, pero es una gran equivocación, porque a los pueblos si no los desarrollamos no tienen posibilidades de inversión. Si no interactuamos entre lo público y lo privado, no vamos a tener tecnología ni movilidad social ascendente. Hicimos una ciudad potente porque decidimos que el privado sea parte. Por eso es tan importante que el Estado trabaje en conjunto con el privado. Esto lo diseñamos en conjunto, por eso somos la ciudad con menos cantidad de delitos y con menos porcentaje de desocupación.
- Esto de la obra pública está relacionado con la cultura del trabajo y, directamente, con bajar la inseguridad...
- Somos de la generación donde tu viejo te decía: “Trabajás o estudiás. O ambas cosas”. Pero también tenés que tener la motivación para eso. Hoy el que trabaja es pobre.
- Es un contrasentido...
-Es un contrasentido. Están por implementar nuevamente que el trabajador vuelva a pagar el impuesto a las ganancias. Primero votás en el Congreso que no, después que sí. Entonces, ¿cómo va a venir un tipo a invertir en este país? ¿Vos querés tener una descripción de la Argentina? Mirá los talleres ferroviarios de Pérez o de Laguna Paiva. Todos esos talleres donde trabajaban miles de personas, que eran todos especialistas. Trabajaban nueve mil personas. Un pueblo sin educación no tiene ninguna posibilidad de desarrollo y crecimiento. Nos faltan instituciones educativas. Además, todos los años lo mismo. Empiezan las clases y siempre hay paro. Los chicos tienen que estar en la escuela.
- Hay un diputado oficialista que propicia que los chicos puedan quedarse a trabajar en su casa y no ir a la escuela. Parece de otra época...
- Trato de no opinar de cosas que no son de mi incumbencia porque hoy en día se dicen tantas cosas que la gente está muy mal. Para que una persona te diga “hay que bancarse lo que se viene” es por la foto de antes. “Me banco cualquier cosa antes que vengan los de antes”, te dice. Y tenemos que generar opciones mucho más importantes. Una sociedad tiene que tener una ilusión. Y necesitamos liderazgos. Que digan “yo voto a esta persona porque me va a sacar de este problema”.
- ¿Su sueño es ser gobernador?
-Mi sueño es trabajar para ser parte de los intendentes que le volvamos a dar credibilidad a la gente, que vuelva a confiar en nosotros y darle una solución al pueblo argentino. Estoy convencido que va a ser con nuestra generación. Me duele mucho que la chica que trabaja conmigo en prensa venga y me diga: “El 15 de mayo me voy a vivir a España”. Entonces veo todo eso y ¿cómo no me va doler? Son nuestros hijos, la materia gris que se está yendo de la Argentina. Una chica excelente, trabajadora, no faltó nunca, inteligente, ingeniosa y capaz, se nos va. Y como ella cientos. Un hijo, un vecino, un sobrino, cuántos chicos hay. Por eso tenemos que lograr que la gente vuelva a creer en nosotros. En mi ciudad sucede porque la gente sabe que soy una persona que estoy muy pegado a ellos, soy una persona común y corriente que ocupa el cargo de intendente por un tiempo determinado. Después hay muchos sueños, de ahí en más que se dé...
- ¿Por eso hizo una paella para la gente?
- Siempre cocino. Eso lo tenía reservado, después hago diferentes tipos de acciones para la ciudad. Hay un cambio hacia el pragmatismo en la dirigencia política.
Gentileza Diario La Capital